Policías con equipo antidisturbios frente a vehículos con luces azules encendidas en una calle iluminada por la noche.
POLÍTICA

Amenazas a los vecinos y ataques a la policía: qué hay detrás de los okupas de Mataró

La policía ha vuelto a detener al okupa arrestado la semana pasada

La semana pasada se reprodujo en Mataró un estallido de violencia parecido al de Salt hace justo un mes. La intervención de los Mossos d’Esquadra en un intento de okupación por parte de dos subsaharianos fue el origen del conflicto. Una turba de extranjeros y activistas prookupación la emprendieron contra la policía e hicieron arder las calles.

Un grupo de policías interactúa con varias personas en una calle urbana.

Sindicatos de la vivienda y activistas han vuelto a atribuir la violencia callejera al problema de la vivienda. Pero han faltado solo unos pocos días para que sus argumentos quedaran en entredicho. Un nuevo suceso ha dejado al descubierto la verdadera cara de los okupas de Mataró, que algunos consideran vulnerables.

La Policía Local de Mataró informó el sábado de la detención de dos individuos por atacar a agentes del cuerpo. Uno de los detenidos es precisamente el okupa que detuvieron el miércoles, y que desencadenó los disturbios.

Los detenidos atacaron a dos agentes de la Policía Local que habían acudido a la llamada de un vecino. Y es que, además de la violencia contra la autoridad, estos okupas llevan tiempo amenazando a los vecinos y creando problemas de convivencia. Según los propios vecinos, amenazaron con quemar el edificio tras el intento frustrado de okupación.

Dos visiones enfrentadas

En el barrio reina ahora una calma tensa gracias a la presencia policial reforzada durante las próximas dos semanas. Este dispositivo, con antidisturbios y patrullas motorizadas vigilando la zona, también ha sido criticado por los antisistema. Acusan a la policía de aprovechar el conflicto para imponer un estado policial en el barrio.

El Sindicat de l’Habitatge de Mataró ha denunciado un “estado de excepción policial” y un “grave recorte de derechos y libertades”. Es la respuesta a la advertencia del alcalde del PSC, David Bote, de que los altercados “no quedarán impunes”. 

El alcalde prometió mantener “una presencia activa y contundente” de la policía “para el cumplimiento de la ley”. Pero el sindicato vinculado a la ultraizquierda critica que la respuesta al problema de la vivienda sea “más policía y más desahucios”. Los vecinos aseguran que los disturbios fueron encabezados por grupos organizados de jóvenes encapuchados.

Mataró, al límite 

Lo ocurrido estos últimos días es el resultado de la degradación de la seguridad en Mataró y, especialmente, en el barrio de Cerdanyola. Mataró lidera la okupación en Cataluña, con un 70% de allanamientos que la media catalana. El índice de ocupación es especialmente alto en este barrio, donde los vecinos viven atemorizados.

El problema es tan evidente que el alcalde socialista copió el modelo de Xavier García Albiol en Badalona, con la creación de una oficina antiokupación. 

La okupación es una de las principales causas del auge de la criminalidad y el incivismo en Mataró. Fuentes locales apuntan a que en la ciudad hay barrios donde la policía ya casi ni se atreve a entrar.

Vox y PP arrasan en estos barrios

Mataró fue la ciudad catalana donde más creció Vox en las últimas elecciones municipales. El partido liderado por Mónica Lora fue la segunda fuerza más votada en ocho de los doce distritos. Donde obtuvo los mejores resultados fue precisamente en Cerdanyola, con el 18% en el norte y el 17% en el sur.

Vox, que basó su campaña en la inseguridad y la okupación, ha levantado nuevamente la voz ante los disturbios de la semana pasada. 

El tercer partido más votado en estos barrios castigados por la delincuencia fue el PP, que tiene también un mismo discurso. En cambio, los partidos prookupación fueron marginales. Algo que evidencia que más allá del relato oficial está lo que sufren los veinos diariamente.

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