La AfD rompe el cordón sanitario, sacude Europa y avisa a España

La CDU se ha acabado imponiendo en las elecciones alemanas con más participación desde la reunificación, en 1990. El líder democristiano, Friedrich Merz, ya ha descartado una alianza con la ultraderecha. Así que lo más probable es que se fragüe la Gran Coalición (CDU más SPD y los Verdes) que ansiaban las élites europeas.

Pero el impresionante resultado de la AfD, superando el 20% de los votos, marca un antes y un después. El partido ultraderechista y antiinmigración no solo ha conseguido normalizar su discurso sino también infligir a la izquierda los peores resultados de su historia.

Su éxito es también un aviso al globalismo y un avance de lo que puede acabar pasando en España en un futuro no muy lejano.

La diferencia es que en Alemania la CDU rechaza la tentación ultraderechista, mientras que en España el “sanchismo” lanza al PP en brazos de Vox. Desde esta perspectiva, lo que ha sucedido en Alemania puede precipitar el relevo de Pedro Sánchez dentro del PSOE. Si su gobierno cae y el PP gana las elecciones holgadamente como Merz en Alemania, aumentará la presión para una coalición de centroderecha moderada.

El éxito de la AfD más allá de los resultados

Pero más allá de los pactos postelectorales, el histórico resultado de la AfD es en sí mismo una sacudida al tablero europeo. Supone una impugnación a las políticas buenistas impuestas en las últimas dos décadas por el bipartidismo. También abre una grieta en el proyecto europeo del establishment burocrático, aliado del globalismo internacional con la Agenda 2030.

Alternativa por Alemania ha basado su éxito en la denuncia de la inmigración ilegal en pleno colapso. La cadena de atentados islamistas y la descarada ocultación de los medios de comunicación han hecho el resto. 

Pero este partido ya había conseguido antes de las elecciones arrastrar a la UCD a sus postulados. Incluso el SPD había virado su discurso, con claros fines electorales, apoyando las deportaciones masivas.

Como en Francia y tantos en otros países, el éxito de la AfD va más allá de los resultados y tiene que ver con la normalización de sus propuestas.

Aunque no todo es la inmigración. La recesión económica, la alta fiscalidad, la degradación de los servicios públicos y la guerra de Ucrania han marcado también el debate en estas elecciones. Temas donde la AfD ha conseguido evidenciar el agotamiento del modelo defendido estos últimos años por las élites europeas.

AfD rompe el cordón sanitario

La alianza contranatura entre la CDU y el SPD mantendrá el cordón sanitario político y mediático contra la AfD. Pero el partido de Alice Weidel ha conseguido algo incluso más relevante, que es romper la alternancia en Alemania.

Con el rechazo a negociar con la AfD, Merz traza claramente una divisoria entre los partidos del establishment y la alternativa popular. Si hasta ahora había una alternancia de los dos grandes partidos con los extremos como espectadores, ahora uno de estos extremos se convierte en la alternativa a los dos grandes partidos. Y esto cambia sustancialmente las reglas del juego.

En España la decisión de Merz puede acabar perjudicando a Feijóo y relanzar las expectativas de voto de Vox. Ahora Abascal lo tendrá más fácil para acusar al PP de representar los mismos intereses que el PSOE. Y una posible alianza entre PP y PSOE en las próximas elecciones puede provocar un trasvase de votos del centroderecha a Vox.

Alemania ha seguido el mismo camino que Francia, donde el gobierno macronista aliado con la ultraizquierda vive en una agonía permanente. Merz podría acabar viéndose también lastrado por una izquierda cada vez más irrelevante. Lo cual seguirá aumentando los apoyos para AfD.