Hombre de cabello canoso y barba hablando en una conferencia de prensa con un fondo que tiene el logo del Ayuntamiento de Barcelona.
POLÍTICA

20 pro-okupas obligan a Collboni a trasladar la presentación del cartel de La Mercè

El alcalde de Barcelona vuelve a ceder ante los grupos minoritarios

La presentación oficial del cartel y pregonero de La Mercè, prevista para este miércoles, tuvo que ser trasladada de forma inesperada debido a la irrupción de un grupo de manifestantes. Unas veinte personas, vinculadas a colectivos pro-okupación, se concentraron en el lugar con pancartas, silbatos y gritos contra el alcalde Collboni. Protestaban con motivo de los recientes desalojos en el barrio de Vallcarca.

Pese al despliegue de la Guardia Urbana, el Ayuntamiento decidió modificar la ubicación y el horario del acto. Finalmente, la presentación tuvo lugar a las once de la mañana en el Saló de Cent del consistorio barcelonés. El cambio se produjo tras los continuos abucheos, entre los que destacaban consignas como “Collboni especulador”.

Varios Mossos de espaldas mirando hacia las casas okupadas La Ruïna y Kubo de la Bonanova con mucho humo en el aire

El motivo de la protesta está relacionado con el desalojo de varios asentamientos irregulares en Vallcarca. Según informó el Ayuntamiento, las actuaciones fueron motivadas por un informe de los Bomberos que alertaba de un riesgo inminente para la seguridad. Las inspecciones previas habían sido rechazadas por los ocupantes en varias ocasiones, incluso con orden judicial. Las autoridades municipales iniciaron un expediente por infravivienda antes del desalojo.

A pesar de tratarse de una acción de protesta minoritaria, los activistas lograron alterar un acto institucional de la ciudad. Este episodio es una nueva muestra de la capacidad de presión de los colectivos antisistema en la política barcelonesa. Ahora bien, la tensión en Vallcarca y la tolerancia del alcalde Collboni vienen de lejos.

El último reducto antisistema

En mayo, un centenar de activistas pro-okupación ocuparon la sede del PSC para exigir una reunión con el equipo de gobierno. El alcalde accedió a sus demandas y se comprometió a encuentros con responsables municipales. Esta cesión fue celebrada por asociaciones pro-okupación como una “victoria”, mientras que vecinos del barrio criticaron duramente la actitud del Ayuntamiento.

Hombre de cabello canoso y barba con traje y corbata en primer plano, al fondo personas sostienen pancartas con letras grandes y coloridas sobre un fondo rojo

Los residentes de Vallcarca llevan años denunciando los efectos de la ocupación en su entorno. Aseguran vivir entre amenazas, deterioro del espacio público y episodios continuos de inseguridad. También cuestionan que colectivos ajenos al vecindario se presenten como portavoces de los afectados. Algunas agrupaciones vecinales incluso han solicitado reuniones irónicas con el Ayuntamiento “para que se les condonen hipotecas y alquileres”.

Con el habitual equilibrismo del PSC, el Ayuntamiento defiende que los desalojos se enmarcan dentro de un plan urbanístico que busca renovar las zonas más degradadas. Se habla de proyectos como la construcción de un parque central y una rambla verde entre el Passeig de Vallcarca y el carrer Bolívar. Sin embargo, los planes se desarrollan en un ambiente crecientemente polarizado y que, al final, perjudica a los mismos: los vecinos.

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