
¡Panda de imbéciles!
El conflicto en la franja de Gaza se cuela en la Vuelta a España y provoca episodios de tensión que dañan la proyección turística
En España, en gran parte empujados por Cataluña, que en esto de hacer el ganso tenemos un máster avanzado, somos especialistas en molestar y politizarlo todo. Y en el caso de la izquierda woke, como ya han demostrado en diversas ocasiones, imponiendo su criterio caiga quien caiga. Como si su opinión o forma de ver las cosas fuera la única viable. ¡Panda de imbéciles!
El espectáculo que hemos presenciado estos últimos días en la Vuelta a España, con un grupo de intolerantes irrespetuosos boicoteando día sí y día también las diferentes etapas de una de las pruebas deportivas más importantes que se celebran en nuestro país, por el único hecho de que participe un equipo patrocinado por Israel, es una buena muestra de la idiotización de nuestra sociedad.

Olot, sí, mi ciudad, fue lamentablemente uno de los primeros municipios donde se boicoteó el paso de los ciclistas. Desgraciadamente, no es la primera vez que pasa y, si la organización no lo tiene en cuenta y vuelve algún día, estoy convencido de que tampoco será la última. Siempre son los mismos. Sea por lo que sea, por la causa que sea, siempre son la misma decena de personas que se quejan de todo.
A esos boicoteadores profesionales, que siempre braman en contra de todo lo que es bueno para la economía y la promoción turística de nuestros municipios o de nuestro país, ya los conocemos desde hace mucho tiempo. Sabemos quiénes son y cómo actúan. Y también sabemos por qué lo hacen. Viven amargados, nostálgicos de épocas y regímenes pasados, molestos con todo lo que suene a progreso.

Es evidente que a la mayoría de ciudadanos nos estremecen y nos hielan el corazón las imágenes que vemos diariamente de la Franja de Gaza. Que este conflicto, iniciado por los terroristas de Hamás con un ataque atroz sobre la población civil que disfrutaba de un festival en Israel, nunca se debería haber producido. Y que poner solución a la matanza injustificada de personas, muchas de ellas niños, debería ser una prioridad.
Pero paralizar una carrera deportiva, perjudicando a deportistas de los que nadie sabe qué pensamiento tienen al respecto, dañando la imagen internacional del país y obligando a los cuerpos de seguridad a actuar cuando no tendría que ser necesario, solo demuestra la idiotez de algunos. Solo pone de manifiesto que a algunos lo único que les interesa es el ruido y estropear todo lo que funciona. ¡Panda de imbéciles!
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