
Las palabras del Papa Francisco sobre Pep Guardiola que ahora cobran sentido
En 2021, el Papa llamó la atención al mencionar la final de la Champions League y la actitud de Pep Guardiola
El estado de salud del Papa Francisco ha sido motivo de atención en los últimos días. A sus 88 años, el Obispo de Roma ha enfrentado diversos problemas médicos que han limitado su agenda y obligado a reorganizar sus compromisos públicos.
Sin embargo, más allá de su condición física, su mensaje sigue resonando con fuerza en diferentes ámbitos, incluido el deportivo. Francisco ha utilizado en numerosas ocasiones el fútbol como una metáfora de la vida, destacando valores como el esfuerzo y la humildad.
Un ejemplo de ello se dio en 2021. De esta manera, sorprendió al referirse a la final de la Champions League y al gesto de Pep Guardiola tras la derrota del Manchester.

El reconocimiento del Papa Francisco a Pep Guardiola
En aquella edición del torneo, el Manchester City se quedó a las puertas de la gloria tras perder ante el Chelsea en la final. Para cualquier entrenador, ver escaparse el título más importante de Europa en el último partido es un golpe difícil de asimilar.
Sin embargo, Pep Guardiola reaccionó con un gesto que llamó la atención del Papa Francisco. Y es que el catalán besó la medalla de subcampeón en lugar de rechazarla o mostrar frustración.

Su santidad no tardó en elogiar la actitud del técnico catalán. "Me han contado estos días sobre uno que quedó segundo, no sé dónde... Había un ganador y uno que ha llegado segundo", empezó.
"Es normal que cuando uno llega segundo, hace pucheros, está triste y no digo llegar a tirar la medalla, pero hay ganas de hacerlo. En cambio, él ha besado la medalla", expresó. De esta manera, el Papa Francisco reconoció positivamente el inesperado gesto de Pep Guardiola.

La victoria en la derrota
Para el Papa, la actitud de Pep Guardiola reflejaba un aprendizaje profundo sobre la vida. No se trataba solo de aceptar la derrota, sino de encontrar en ella un motivo de crecimiento. "Esto nos enseña que incluso en la derrota puede haber victoria".
"Tomar con madurez la derrota, esto te hace crecer. Te hace entender que en la vida no hay solo momentos dulces. Cuando un deportista afronta la derrota con esta dignidad, es un honor", afirmó.
Su reflexión sigue siendo vigente en el mundo del deporte, donde la presión por ganar a menudo eclipsa la importancia del proceso. En tiempos en los que el Papa enfrenta sus propios desafíos de salud, su mensaje sobre la resiliencia en la adversidad cobra aún más relevancia.
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