
Máxima felicidad: nadie esperaba lo que han destapado sobre Elisabeth de Bélgica
La familia real de Bélgica continúa captando la atención tanto a nivel nacional como internacional: la princesa Elisabeth está en el foco
La monarquía belga sigue generando un gran interés dentro y fuera del país. Con el rey Felipe en el trono desde 2013, todas las miradas están puestas en su hija, la princesa Elisabeth, quien será la primera mujer en ocupar el trono de Bélgica.
La creciente popularidad de la princesa indica que los belgas la ven como la figura clave para el futuro de la corona. El periodista Wim Dehandschutter, uno de los expertos en la familia real belga, ha analizado este escenario en una entrevista con Vanitatis.
Su nuevo libro, Detrás de los muros de Palacio, recoge detalles sobre la casa real y el papel que desempeñará Elisabeth en los próximos años. La gran incógnita es cuándo llegará su momento de reinar y cómo se está preparando para ello.

Elisabeth de Bélgica, la gran apuesta para el futuro de la monarquía
A sus 23 años, la princesa Elisabeth ya se ha convertido en un símbolo de la renovación de la monarquía belga. Su imagen es ampliamente aceptada, y su popularidad ha superado incluso a la de la reina Matilde.
Su carisma, inteligencia y preparación académica hacen que muchos la vean como la garantía de estabilidad para la institución. Según Dehandschutter, la monarquía del siglo XXI depende en gran medida de la conexión emocional que los ciudadanos sientan con sus miembros.
Elisabeth de Bélgica ha logrado despertar ese interés, como se evidenció en la expectación que generó su decimoctavo cumpleaños. Su presencia en eventos y la cercanía con el público han reforzado la imagen de una futura reina moderna y preparada para asumir el liderazgo.

¿Cuándo subirá al trono Elisabeth de Bélgica?
Aunque Elisabeth de Bélgica es vista como la gran apuesta para la monarquía, su acceso al trono no parece inminente. El periodista sostiene que la mayoría de los belgas creen que podría convertirse en reina en 2030. Sin embargo, considera que este escenario no es del todo realista.
El rey Felipe, salvo imprevistos, podría seguir en el trono al menos hasta 2040, lo que permitiría que su hija adquiriera mayor experiencia. En los próximos años, se espera que Elisabeth asuma más compromisos oficiales y refuerce su presencia tanto en Bélgica como en el extranjero.
El futuro de la monarquía belga parece estar en buenas manos con la princesa Elisabeth, cuya imagen sigue ganando fuerza entre los ciudadanos. Su preparación y carisma la convierten en una heredera ideal.
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