Europapress, Arnis Rascal de Pexels Jarro de agua fría para Tita Thyssen tras un golpe inesperado
Habituada a codearse con las mayores fortunas, Tita Thyssen ha recibido un duro golpe que no esperaba
Acostumbrada a moverse entre las grandes fortunas, Tita Thyssen no está teniendo la misma suerte cuando se trata de vender sus exclusivas propiedades. Carmen Cervera, una de las mujeres más ricas de España, maneja una fortuna que ronda los 1.300 millones de euros.
Su impresionante colección de arte y sus múltiples residencias la sitúan en la élite económica. Sin embargo, hay algo que, sorprendentemente, se le resiste: deshacerse de dos de sus lujosas mansiones.
Tanto en Mallorca como en Marbella, la baronesa ha intentado sin éxito vender dos de sus propiedades más exclusivas. A pesar de su historia y su ubicación privilegiada, los compradores no han aparecido, lo que supone un revés inesperado para la aristócrata.
Un golpe inesperado ha azotado a la baronesa. | Europa Press
Jarro de agua fría para Tita Thyssen
Ubicada en El Terreno, en Palma, la mansión que la baronesa compró fue inicialmente un refugio para compartir momentos con su madre. Sin embargo, tras su muerte, los planes cambiaron y la casa pasó a ser una inversión que no ha dado los frutos esperados.
En 2017, Tita Thyssen decidió ponerla en venta, pero, seis años después, sigue sin encontrar un comprador. A pesar de estar situada en una de las zonas más exclusivas de la capital balear, la mansión parece no despertar el interés suficiente.
Tita Cervera no consigue vender dos de sus propiedades. | Europa Press
La mansión de Marbella, otro obstáculo en el camino
No solo en Mallorca Tita Thyssen ha encontrado problemas. En la turística ciudad de Marbella, otra de sus propiedades lleva tiempo buscando dueño sin éxito. Se trata de una espectacular residencia de 430 metros cuadrados, situada en la urbanización Arroyo de las Piedras.
La vivienda, bautizada como Mas Mañanas, sigue la estética y el estilo que la baronesa tanto aprecia. Recordando a la mítica casa que compartió con su primer esposo, Lex Barker, en Sant Feliu de Guíxols.
No todo son buenas noticias para la baronesa. | Europa Press
Sin embargo, los elevados costes de mantenimiento podrían estar frenando a los posibles compradores. A pesar de su poder económico, Cervera sigue enfrentándose a un desafío: vender sus mansiones en un mercado que parece no estar de su lado.
¿Seguirán estas casas esperando a un comprador que nunca llega? Solo el tiempo lo dirá. Lo que está claro es que, aunque su colección de arte es su gran joya, su patrimonio inmobiliario le está dando más dolores de cabeza de los esperados.
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