
Carolina de Mónaco no puede esconder la verdad: la recuperación no va bien
La salud de Ernesto de Hannover empeora y su retiro de la vida social genera preocupación en su entorno más cercano
La salud de Ernesto de Hannover, aún marido de Carolina de Mónaco, ha tomado un giro preocupante en los últimos meses. Tras someterse a una intervención de cadera en diciembre, su recuperación ha sido lenta y complicada, lo que ha afectado su vida personal y profesional.
El aristócrata, que antes era muy activo en la vida social, ha tenido que retirarse de los focos públicos debido a su estado de salud. Su situación ha generado gran preocupación entre sus allegados, especialmente tras una segunda intervención quirúrgica que no ha dado los resultados esperados.

Una recuperación difícil y una vida social limitada
Según el medio alemán Bunte, Ernesto de Hannover aún depende de un andador para caminar después de la operación. Su cadera sigue sin cicatrizar correctamente, a pesar de más de tres meses de rehabilitación. La noticia ha generado gran alarma entre sus familiares y amigos cercanos, quienes se muestran preocupados por su futuro.
En diciembre de 2024, tras la operación, Ernesto protagonizó titulares no solo por su salud, sino también por un altercado en un restaurante de Madrid. Ese día, fue fotografiado visiblemente afectado, caminando con la ayuda de un andador. Además, su hospitalización en la Clínica Ruber a raíz de una caída había llamado la atención de la prensa.

Impacto en su vida personal: viajes cancelados y una relación afectada
El proceso de recuperación no ha sido sencillo para el ex miembro de la familia real monegasca. Ernesto, en otro tiempo, disfrutaba de una vida social muy activa, pero ahora todo ha cambiado. La segunda operación, realizada después de que la primera no diera los resultados esperados, no ha sido tan exitosa como se esperaba.
El impacto de su estado de salud ha alterado sus planes personales. Ernesto y su pareja, Claudia Stilianopolus, conocida por su afición a los viajes, han tenido que cancelar varios viajes que tenían planeados, lo que demuestra la gravedad de su situación. Las aventuras que anteriormente los llevaron desde las pirámides de Egipto hasta las playas del sudeste asiático se han visto suspendidas por su delicado estado.
Con su vida social prácticamente paralizada, Ernesto de Hannover se enfrenta a un futuro incierto. A pesar de sus esfuerzos por mejorar, la recuperación sigue siendo un proceso lento y doloroso. La incertidumbre sobre su salud se mantiene, y el apoyo de su pareja se ha vuelto indispensable mientras atraviesa este complicado capítulo de su vida.
Más noticias: