
Carlos, Guillermo y Harry, mudos: a la luz lo que nadie sabía de la reina Isabel II
Al descubierto el secreto, desconocido hasta ahora, de Isabel II
La reina Isabel II enfrentó una dura etapa en su vida tras la muerte de su querido esposo, el príncipe Felipe. La partida del duque de Edimburgo, que estuvo a su lado durante más de 70 años, dejó una huella imborrable en la reina. A pesar de su fortaleza habitual, esta tragedia marcó un antes y un después en su vida.
Felipe falleció el 9 de abril de 2021 en el Castillo de Windsor, tras ser ingresado por un procedimiento relacionado con un problema cardíaco. La reina, decidida a estar cerca de él, no se separó de su lado en sus últimos días, pero no pudo despedirse a tiempo. La rapidez con la que Felipe se fue sorprendió a todos, incluido el personal del palacio que no logró despertar a la reina.

El duque de Edimburgo, un hombre preparado para partir
Desde siempre, Felipe habló con serenidad sobre la muerte, en su conversación con el biógrafo Gyles Brandreth, dijo: "La muerte es parte de la vida, tienes que aceptarla". A lo largo de su vida, la muerte había sido una constante. Desde joven sufrió numerosas pérdidas: su abuelo fue asesinado, su hermana favorita murió en un accidente y su tío y padre también fallecieron prematuramente.
Felipe no temía morir, pues sabía que tarde o temprano todos deben enfrentarla. "Estoy bastante preparado para morir", declaró en su momento. En sus últimos años, su mente ya estaba preparada para el inevitable adiós, aunque la reina, aún con su fortaleza, quedó devastada.
La reina Isabel II enfrentó el dolor en silencio
Con la muerte de Felipe, la reina Isabel II quedó sumida en una profunda tristeza. A pesar de ser conocida por su estoicismo, los días posteriores a la pérdida de su querido esposo fueron marcados por un enorme vacío que nadie pudo llenar. El príncipe Andrés, hablando en nombre de la reina, mencionó que ella estaba "increíblemente estoica" frente a la tragedia, pero también reconoció el dolor que esta partida causó en su vida.

"Dejó un vacío enorme en su vida", dijo el príncipe Andrés, que también comentó que la reina había descrito la muerte de su esposo Felipe como "un milagro". Esta frase se refería al hecho de que Felipe murió en casa, rodeado de su familia, y no en un hospital bajo las estrictas restricciones impuestas por la pandemia de Covid-19. A pesar de su dolor, la reina se mantuvo firme en su rol como monarca.
El funeral de Felipe: una ceremonia marcada por la distancia
El funeral de Felipe fue un evento triste, pero cargado de simbolismo: fue la primera vez que el príncipe Harry se reunió con la familia real desde su entrevista con Oprah. Durante la ceremonia, la reina, de pie en su banco, fue fotografiada a una distancia significativa de los miembros de su familia. La imagen de Isabel II con su máscara negra y en silencio mientras observaba la ceremonia tocó los corazones de millones en todo el mundo.
La reina, aún en su dolor, tuvo que lidiar con los preparativos del funeral, asegurándose de que cada detalle se cumpliera, a pesar de las limitaciones impuestas por la pandemia. A pesar de todo, su determinación para continuar con sus responsabilidades fue clara: "La vida sigue", dijo con firmeza, aunque su dolor era evidente. Felipe siempre fue su "fuerza y apoyo", y ahora, se ha descubierto que ni tan siquiera pudo despedirse de él en su último aliento.
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