
El susto de última hora que se llevan muchos españoles con su pensión: pueden perderla
Para seguir percibiendo esta paga resulta imprescindible cumplir en todo momento los requisitos exigidos inicialmente
Muchos españoles mayores de 65 años respiran tranquilos gracias a una ayuda económica que les permite cubrir gastos básicos y llegar a fin de mes. Pero ahora, un nuevo aviso ha encendido las alarmas. Lo que para muchos era una garantía segura, puede desaparecer si no se cumplen ciertos requisitos.
Y lo más preocupante es que miles de personas podrían perder su pensión sin saberlo. Hablamos de la pensión no contributiva de jubilación. Es una ayuda que ofrece el Estado a quienes no han cotizado lo suficiente para acceder a una pensión contributiva.
Aunque su importe no es muy elevado, representa un gran alivio para muchas familias. Sin embargo, lo que muchos no saben es que existen varios motivos por los que se puede suspender o perder esta pensión de forma inmediata.

La cuantía actual asciende a 7.905,80 euros al año, repartidos en 14 pagas de 564,70 euros.
Condiciones para percibir esta pensión
Para poder recibir esta pensión es imprescindible cumplir tres condiciones básicas. Serían tener más de 65 años, residir legalmente en España durante al menos diez años (dos de ellos consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud). Y carecer de rentas superiores a la cantidad establecida.
Y es precisamente este último punto el que está generando problemas. Si un beneficiario supera el límite de ingresos anuales, aunque sea por poco, puede quedarse sin pensión. Esto también afecta si los ingresos no se declaran correctamente o si la situación económica familiar cambia.
Por ejemplo, si una persona vive sola, no puede superar los 7.905,80 euros al año. En caso de convivir con otra persona, el límite sube a 13.439,86 euros, y con tres personas, a 18.973,92 euros. Si se rompe esta condición, la ayuda será suspendida hasta que se aclare la situación.

Además, no informar de un cambio familiar también puede ser motivo de suspensión. Si un hijo se independiza, si entra un nuevo conviviente en la vivienda o si se accede a un nuevo empleo, la Administración debe ser informada. No hacerlo a tiempo puede traducirse en la pérdida del derecho a la pensión.
Informar siempre a la administración de posibles cambios
Por otro lado, existe también la pensión no contributiva por invalidez, destinada a personas entre 18 y 65 años con una discapacidad igual o superior al 65 %. Siempre que residan en España y no superen el umbral de ingresos. Las condiciones son similares, y también puede retirarse si se incumplen los requisitos económicos o familiares.
Por todo ello, es importante que los beneficiarios de estas pensiones estén atentos a los límites de ingresos, los cambios en la convivencia y cualquier modificación laboral. Un simple descuido o falta de información puede hacer que se pierda una ayuda vital.
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