
Giro inesperado para muchos españoles: la decisión perfecta para mejorar sus pensiones
Muchos trabajadores optarán por alargar su vida laboral en vista de los beneficios que pueden obtener
Cada vez más personas en España están replanteándose cuándo dar el paso definitivo hacia la jubilación. Y es que, aunque para muchos alcanzar la edad legal de retiro supone una liberación, hay otros que ven en ese momento una oportunidad para mejorar su pensión de forma significativa. La manera es optando por demorar la jubilación, una alternativa que gana fuerza y que puede marcar una gran diferencia en el futuro.
La Seguridad Social ofrece actualmente varios incentivos muy atractivos para quienes deciden seguir trabajando después de cumplir la edad ordinaria de jubilación. Lejos de ser una carga, esta decisión voluntaria puede traducirse en beneficios tangibles para el bolsillo del trabajador en su etapa de retiro.
Las pensiones sufrirán una importante mejora
El sistema permite elegir entre tres modalidades distintas para recompensar los años adicionales cotizados tras la edad legal de jubilación. Estos incentivos están pensados para premiar el esfuerzo de quienes prolongan su vida laboral y contribuyen más tiempo al sistema.

La primera opción consiste en añadir un 4% extra a la pensión por cada año completo trabajado después de la edad de jubilación ordinaria. Este porcentaje se suma directamente al importe de la pensión mensual, lo que significa un aumento vitalicio de los ingresos del jubilado. A partir de abril de 2025, incluso los periodos superiores a seis meses e inferiores a un año podrán beneficiarse con un 2% adicional.
Otra opción es recibir una cantidad a tanto alzado por cada año cotizado adicional. Esta cifra puede oscilar entre 4.800 y 13.500 euros por año, dependiendo del historial de cotización del trabajador. Es decir, se trata de una recompensa inmediata que se abona al momento de jubilarse y que puede suponer un importante alivio económico.
La tercera vía es una combinación de las anteriores. Esta fórmula está pensada para quienes retrasan su jubilación entre dos y diez años.

Por cada año de demora, se aplica un 4% adicional a la pensión mensual. Junto a una cantidad fija equivalente a la mitad de la que se recibiría en la modalidad del pago único. A partir de once años de demora, se mantiene el porcentaje del 4% anual, y la cuantía fija se limita a cinco años.
Una decisión con importancia a largo plazo
Retrasar la jubilación es una decisión personal que debe valorarse cuidadosamente. Pero los datos muestran que cada vez más españoles están optando por esta vía. Además del beneficio económico, muchos trabajadores encuentran en la prolongación de su carrera una forma de mantenerse activos.
Esta medida contribuye al sostenimiento del sistema de pensiones, ya que amplía el tiempo de cotización y reduce el periodo de cobro. En un país con una población cada vez más envejecida, estas decisiones individuales también tienen un impacto colectivo.
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