Un trabajador ferroviario se seca el sudor mientras un hombre mayor revisa documentos en una oficina.
ECONOMÍA

Aviso inesperado sobre las pensiones: millones de españoles ya temen lo peor

Los españoles ya saben lo que les espera a partir de 2026, con un nuevo cambio que busca mantener el sistema

Cada vez son más los trabajadores en España que miran al futuro con incertidumbre. Y no es para menos. La jubilación, que antes parecía una etapa lejana y segura, se ha convertido en una fuente constante de dudas.

Los cambios en el sistema de pensiones no dejan de acumularse, y ahora llega una nueva señal que preocupa a quienes cotizan mes a mes. Desde hace años, el Gobierno intenta mantener a flote el actual sistema de pensiones, presionado por una realidad demográfica muy complicada. La población envejece, la natalidad cae y, como consecuencia, hay menos jóvenes cotizando.

Esto ha hecho que el equilibrio entre ingresos y gastos de la Seguridad Social se tambalee. Especialmente ante la inminente jubilación de toda una generación, la del baby boom.

Una joven con expresión de sorpresa rodeada de billetes de euro y la imagen de un hombre mayor en un círculo rojo.

Medida para reforzar el sistema de pensiones

Ante este panorama, una de las medidas más importantes ha sido la puesta en marcha del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). Esta herramienta, activa desde 2023, supone un recargo en las cotizaciones sociales que pagan los trabajadores y empresas. Todo con el objetivo de alimentar el conocido como Fondo de Reserva, o popularmente, la 'hucha de las pensiones'.

El propósito es claro. Básicamente acumular recursos ahora para afrontar con algo de margen el gran aumento de pensionistas que se espera en los próximos años. Sin embargo, ese esfuerzo tiene un coste directo para quienes trabajan.

Y la mala noticia es que este recargo volverá a subir en 2026, alcanzando el 0,9% de la base de cotización. En el caso de los trabajadores asalariados, la carga se reparte: un 0,75% lo asume la empresa y 0,15% el empleado. Aunque en principio el impacto puede parecer pequeño, supone una ligera rebaja en el sueldo neto de cada mes.

Peor lo tienen los autónomos, ya que ellos deberán asumir el 100% del recargo, lo que afectará de forma directa a sus ingresos.

Trabajador de la construcción revisando una vía de tren mientras una mano sostiene billetes de euro.

Los que más ganan lo notará mucho más

Además del MEI, hay otra medida que también genera inquietud: la llamada cuota de solidaridad. Esta afecta solo a quienes ganan más allá de la base máxima de cotización. En 2025 se sitúa en torno a 4.909,50 euros brutos al mes.

A partir de ese tope, se aplican porcentajes extra que no generan más pensión futura, pero que sí suponen más aportación al sistema. En los casos más altos, este recargo puede llegar hasta el 6% adicional.

Estas medidas buscan garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones. Pero en la práctica significan que muchos trabajadores cotizarán más sin que eso se traduzca en una pensión más alta. El esfuerzo individual se destina a sostener el sistema en conjunto, no a mejorar la prestación de quien paga más.

El debate sobre las pensiones está lejos de cerrarse. Y mientras tanto, los trabajadores miran con preocupación cada nuevo aviso que llega. Porque si algo está claro, es que el futuro de la jubilación ya no parece tan previsible como antes.

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