
Oficial: Si compras en estas tiendas, podrías tener problemas con la policía en EE.UU.
Lo que debes tener en cuenta al comprar en tiendas libres de impuestos si viajas a Estados Unidos próximamente
Al viajar por aeropuertos internacionales, muchas personas hacen una parada casi automática: las tiendas libres de impuestos. En esos locales es común ver a turistas cargando con perfumes, botellas de licor o dispositivos electrónicos. El cartel de “duty free” seduce por su promesa de precios más bajos y sin impuestos.
Pero en Estados Unidos, esta práctica puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza. Si no se respetan las franquicias o no se declaran correctamente las compras, se pueden recibir sanciones. En algunos casos, la policía fronteriza ha retenido artículos, aplicado multas e incluso dejado advertencias en el historial del viajero.

La letra pequeña del “duty free”
Aunque se llamen “libres de impuestos”, estas tiendas solo eliminan los tributos locales del país de origen, revela El Cronista. Eso no significa que la mercancía esté exenta de controles al llegar al país de destino. En Estados Unidos, superar los límites permitidos puede tener consecuencias graves.
Según el Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), cada persona puede ingresar hasta 800 dólares en productos sin pagar aranceles. Además, solo se permite un litro de alcohol por adulto y hasta 200 cigarrillos o 100 puros. Superar esas cifras obliga a declarar y pagar tasas adicionales.
El problema surge cuando el viajero no informa voluntariamente de su compra. En ese caso, se considera una infracción y se activa una revisión más exhaustiva. En aeropuertos con gran movimiento internacional, como los de Miami o Nueva York, esto puede hacer perder conexiones o reservas de hotel.

Los productos que más revisan
No todos los artículos generan la misma atención en aduanas. Algunos productos son observados con especial cuidado por su valor, su uso frecuente en reventa o su presencia habitual en fraudes. Entre los más controlados están los electrónicos, los perfumes y los artículos de lujo.
Si llevas varios móviles, relojes inteligentes o tablets nuevos, el agente puede sospechar que no son para uso personal. Lo mismo ocurre con cosméticos o cremas en cantidades mayores a lo habitual. Las carteras de diseñador, joyas o gafas de marca también se vigilan muy de cerca.

Transportar productos por encargo o repetir artículos puede hacer saltar las alarmas. Las autoridades interpretan esto como intento de comercio sin declarar, lo cual endurece las sanciones. Declarar todo lo que genere dudas siempre es la opción más segura.
La recomendación oficial es clara: infórmate antes de viajar, guarda todos los recibos y declara cualquier compra dudosa. Aunque puede parecer engorroso, hacerlo puede evitarte horas de espera, multas económicas y futuros problemas migratorios. Comprar sin declarar nunca sale gratis.
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