
Ni huevo ni jamón: con esta receta del chef José Andrés, las judías verdes saben mejor
Una propuesta creativa del chef José Andrés transforma un plato cotidiano en toda una delicia
Las judías verdes forman parte de la cocina tradicional en muchos hogares. Son saludables, fáciles de preparar y encajan en infinidad de menús. Sin embargo, su sabor suave y su textura no siempre convencen a todos.
En la mayoría de mesas suelen aparecer con patata, jamón o huevo duro para enriquecerlas. Combinaciones clásicas que, aun así, no despiertan entusiasmo en todos los comensales.

El chef José Andrés quiere cambiar esa imagen con una receta diferente. Una propuesta sencilla y creativa que las convierte en protagonistas y promete conquistar incluso a quienes nunca han sido fans de esta verdura.
Un clásico con un nuevo aire
La idea del cocinero se inspira en la tortilla, pero rompe con lo habitual. No usa huevo para prepararla y cambia las guarniciones típicas de esta verdura. Aquí no hay huevo duro ni jamón, y la presentación se aleja de la forma tradicional.
El resultado recuerda al trinxat catalán, donde la mezcla se aplasta y se dora por fuera para crear una costra crujiente. En este caso, las judías verdes sustituyen a la col y se combinan con patata para lograr un interior cremoso y un exterior dorado.

La propuesta es flexible y admite variantes. Desde un toque de hierbas aromáticas hasta especias suaves o un punto de picante para quienes buscan más intensidad.
¿Cómo se prepara?
La receta parte de 600 gramos de patata y 400 gramos de judía verde fresca. Las patatas se pelan, se cortan en cubos de unos dos centímetros y se cuecen en agua con una pizca de sal. Pasados unos minutos, se incorporan las judías, limpias y cortadas en trozos, para que ambas verduras alcancen el punto justo de cocción.

Mientras tanto, se calienta una sartén amplia con 5 mililitros de aceite de oliva virgen extra. Se colocan 2 o 3 lonchas finas de panceta o tocino entreverado y se dejan dorar a fuego medio. Cuando estén crujientes y hayan soltado su grasa, se retiran y reservan para otro uso o para dar un toque final crujiente.
La mezcla bien escurrida de patatas y judías se incorpora a la sartén con la grasa caliente. Se aplasta ligeramente para que las patatas liberen su almidón y ayuden a compactar el conjunto. Poco a poco se forma una especie de “tortilla vegetal” que recuerda al trinxat, con exterior dorado y crujiente y un interior suave.
Una forma eficaz de conquistar todos los paladares
Con esta técnica, las judías verdes dejan de ser un plato previsible para transformarse en una propuesta con personalidad. El contraste de texturas y el sabor ahumado de la panceta hacen que cada bocado resulte más atractivo.
Para quienes siempre han torcido el gesto ante un plato de judías, esta receta es una oportunidad perfecta para reconciliarse con ellas. Y para los que ya las aprecian, una nueva manera de disfrutarlas.
Es una receta sencilla y fácil de adaptar a cualquier cocina. Lleva el sello de un chef que sabe transformar un ingrediente humilde en algo especial.
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