Una tienda de Lidl con un paquete de pechuga de pollo en un círculo rojo y signos de exclamación.
CONSUMO

Lidl frena los rumores sobre su carne de pollo y toma una decisión urgente en España

La cadena de supermercados planta cara a los que intentan desacreditar la calidad de algunos de sus productos

Hace ya algunos meses que saltó la alarma por la calidad de la carne de pollo de Lidl. Algunos vídeos en los que se explicaba la supuesta mala calidad de este producto llenaron las redes sociales. Ahora, con su verdad en la mano, la cadena de supermercados ha puesto cartas sobre el asunto.

En un movimiento legal sin precedentes, Lidl ha interpuesto una demanda judicial contra la organización activista Observatorio de Bienestar Animal (OBA). La compañía la acusa de llevar a cabo una campaña de desinformación que atenta contra su reputación y el sector alimentario en general. Según Lidl, en los últimos meses, OBA ha difundido reiteradas acusaciones sin base científica.

Un paquete de pechuga de pollo entera con una etiqueta amarilla y un círculo rojo que muestra una tienda con el logo de Lidl.

Todo ello generando una percepción errónea sobre la seguridad alimentaria y sembrando dudas infundadas entre los consumidores. Lidl, que opera en España desde hace más de 30 años, ha subrayado su compromiso con la seguridad alimentaria. Asimismo, ha asegurado que todos sus productos cumplen los más altos estándares de calidad.

Los argumentos de Lidl contra OBA

La empresa destaca que exige a sus proveedores certificaciones reconocidas a nivel internacional. Como la ISO 9001:2015, la IFS Food y la BRC, las cuales garantizan procesos de producción seguros y controlados. Además de los controles internos, Lidl enfatiza que las autoridades sanitarias supervisan regularmente a sus proveedores.

De ahí que se aseguren que todos los productos cumplan con la legislación vigente en materia de seguridad y calidad alimentaria. Según Lidl, las acusaciones lanzadas por OBA han sido desmentidas por expertos y, en algunos casos, han sido archivadas por la justicia. La compañía considera que OBA ha utilizado estrategias de alarma social con la intención de presionarla para que adopte el European Chicken Commitment (ECC).

Personas comprando en un supermercado con pasillos llenos de productos y cajas de cartón.

Se trata de un compromiso europeo para mejorar el bienestar animal en la producción avícola. Si bien Lidl comparte los principios del ECC, defiende que su enfoque se basa en sus propios mecanismos de control y mejora continua. Por todo ello, confirma que su modelo de producción ya cumple con altos estándares de sostenibilidad y bienestar animal.

Las razones de la decisión de Lidl

La compañía recalca que su demanda no tiene un objetivo económico. Si no que busca defender su honor y combatir la difusión de información falsa. En este sentido, Lidl ha anunciado que, en caso de que la justicia dictamine a su favor, destinará íntegramente los fondos a iniciativas sociales.

Finalmente, Lidl ha aprovechado esta situación para hacer un llamamiento a la responsabilidad informativa. En los últimos años, el sector alimentario ha sido objeto de crecientes campañas de desinformación, caracterizadas por titulares alarmistas y noticias fuera de contexto. La compañía insiste en que este tipo de prácticas generan confusión entre los consumidores y dañan a toda la industria.

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