
Alerta América: esta es la zona de EE. UU. que podría sufrir un tsunami arrasador
La costa del noroeste del Pacífico enfrenta un desastre inminente, según científicos
Malas noticias para América. Un desastre natural de proporciones catastróficas podría azotar la costa noroeste del Pacífico de Estados Unidos en cualquier momento. Aunque el área es conocida por su belleza natural y sus ciudades costeras, la amenaza de un terremoto seguido de un tsunami pone en peligro a la región.
Y es que científicos han advertido en la CNN que este tipo de catástrofe no solo es posible. Sería inevitable, y la preparación para enfrentarla estaría dejando mucho que desear.

Un terremoto y un tsunami arrasador en esta zona de EE. UU.
La zona de subducción de Cascadia, a solo 100 millas de la costa del norte de California, alberga una de las mayores amenazas sísmicas de los Estados Unidos. Los expertos aseguran que la falla tectónica que se encuentra allí podría desencadenar un terremoto de magnitud 9.0. Y un tsunami que arrasaría todo a su paso, como ocurrió en Japón en 2011.
Diego Melgar, sismólogo de la Universidad de Oregón, ha explicado que hace varias décadas ni siquiera se concebía que esta área pudiera ser golpeada por un terremoto de tal magnitud. Hoy, sin embargo, los científicos han confirmado que la amenaza es más real que nunca. “Hace 30 o 40 años, ni siquiera sabíamos que era posible que se produjeran grandes terremotos en el noroeste del Pacífico”.
Recientemente, los geólogos publicaban nuevas imágenes que han revelado detalles sorprendentes sobre la falla de Cascadia. La investigación muestra que la zona de subducción está dividida en entre tres y cinco segmentos, cada uno con una geología distinta. Y, cuando el segmento frente a la costa de Washington finalmente se rompa, podría generar el terremoto más destructivo que esta región haya vivido jamás.

La geóloga Corina Allen, del Servicio Geológico de Washington, ha destacado que muchas infraestructuras no están construidas para resistir un terremoto de tal magnitud. Y mucho menos para soportar el impacto de un tsunami posterior. “Nada de lo construido antes de 2005 estaba diseñado para resistir este tipo de terremotos tan fuertes y prolongados”, señala Allen.
¿Están nuestras ciudades realmente preparadas?
La respuesta a esta pregunta es alarmante: no. Según los expertos, las infraestructuras críticas de la región, como hospitales, escuelas, puentes y edificios públicos, están ubicadas en zonas que podrían verse completamente arrasadas por un tsunami. Y lo peor es que no hay garantía de que estos edificios puedan resistir no solo el terremoto, sino también las enormes olas que seguirían.
Yumei Wang, asesor principal de infraestructuras en la Universidad Estatal de Portland, señala que lo que más le preocupa es la falta de acción para proteger a la población. “Lo que me quita el sueño es que sé que no estamos tomando las medidas necesarias tan rápido como deberíamos para proteger a nuestra gente”, afirma con preocupación.

Un tsunami que podría llegar en cualquier momento
Los científicos han encontrado pruebas geológicas que demuestran que estos megaterremotos y tsunamis ocurren en la región aproximadamente cada 500 años. Aunque no se puede predecir exactamente cuándo ocurrirá el próximo, los expertos creen que podría repetirse en los próximos 200 años, o incluso antes.
Sin embargo, el tiempo es un factor crítico. Desde el momento en que el terremoto ocurra, las olas pueden llegar en solo 15 a 30 minutos. Lo peor de todo es que puede que no haya ningún lugar realmente seguro al que ir, ya que el tsunami podría afectar grandes áreas de la costa.
Adaptarse a la magnitud de la amenaza que representa un tsunami en el noroeste del Pacífico requerirá miles de millones de dólares y un esfuerzo titánico para reforzar las infraestructuras, mejorar las capacidades de evacuación y garantizar que las ciudades sean más resilientes. Aunque la preparación no está a la altura de los desafíos, el tiempo para reaccionar es ahora. De no hacerlo, el impacto de un tsunami podría ser catastrófico para la región y sus habitantes.
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