Media España pendiente a la gran novedad de Movistar y Vodafone: se frotan las manos

Vodafone y Movistar dieron hace unos días un paso importante en el sector de las telecomunicaciones en España. Ambas compañías alcanzaron un acuerdo para crear una sociedad conjunta en el ámbito de la fibra óptica. Dicha alianza se ha materializado en una nueva empresa que operará bajo la marca Fiberpass.

A partir de ahora, una parte importante de la infraestructura de fibra en España cambiará. Y la industria está observando de cerca cómo evolucionará este proyecto.

En esta nueva sociedad conjunta, Vodafone tendrá un 37% del control de la empresa. Por su parte Movistar, a través de su empresa matriz Telefónica, mantendrá una participación mayoritaria del 63%. Esta nueva compañía tendrá una red de fibra que cubrirá unos 3,65 millones de unidades inmobiliarias.

Esto representa aproximadamente el 12% de la red nacional de Telefónica en el país. Además, esta nueva sociedad no solo tiene una red física de fibra, sino que también cuenta con una base de clientes importante. En total, la nueva compañía conjunta contará con 1,4 millones de clientes, lo que supone un nivel de penetración del 38%.

Este dato muestra el impacto inicial de la nueva sociedad en el mercado. Lo que sin duda va a afectar la competencia entre los operadores de telecomunicaciones en España.

Vodafone tiene mucho que decir

Uno de los aspectos más importantes de este acuerdo es que se han firmado contratos de prestación de servicios entre Telefónica y la nueva sociedad. Esto garantiza que Movistar seguirá jugando un papel clave en el funcionamiento de la red de fibra. Por su parte, Vodafone se incorpora con un control menor pero igualmente relevante.

Esta colaboración permitirá a ambas empresas beneficiarse de la infraestructura compartida y avanzar en sus objetivos de expansión.

Aunque la participación inicial de Vodafone en la sociedad es pequeña, hay planes de expansión a largo plazo. Una vez que finalice este primer periodo, el propósito de ambos operadores es abrir la puerta a un nuevo inversor.

Este inversor tendría la oportunidad de adquirir el 40% de la sociedad. Movistar mantendría el 50% y Vodafone quedaría con un 10%. Este cambio de estructura podría dar lugar a nuevos intereses y oportunidades para las tres partes involucradas.

Según las previsiones, la nueva empresa conjunta alcanzará un resultado bruto de explotación (EBITDA) de 125 millones de euros en tres años. Este dato muestra el potencial económico del acuerdo y la importancia estratégica de la fibra óptica en la actualidad. El desarrollo de esta nueva infraestructura permitirá a Vodafone y Movistar ofrecer mejores servicios a sus clientes.

Vodafone se mueve a dos bandas

Aunque Vodafone tenga una participación pequeña en esta sociedad conjunta, no es la única jugada que está realizando en España. Además de esta alianza con Telefónica, Vodafone también trabaja en una sociedad conjunta con Orange. Lo que le permite ganar terreno en el sector de las telecomunicaciones.

Estos movimientos estratégicos reflejan la intención de Vodafone de seguir ampliando su presencia en el mercado. Además de competir de manera más eficaz con otras grandes operadoras como Movistar y Orange.