
El último delirio woke: corregir los exámenes en rojo es perjudicial para los alumnos
Las modernas metodologías han llevado al fracaso escolar más absoluto
Los últimos informes sitúan a los alumnos catalanes en la cola de España y de Europa en cálculo y comprensión lectora. Este el resultado de un largo proceso de deterioro de la calidad educativa en Cataluña. Detrás están las innovadoras metodologías que, impulsadas por lobbies pedagogistas, sustituyen la autoridad, el esfuerzo y el conocimiento por la subjetividad, el relativismo y las sensaciones.

Esta modernidad pedagógica que ha llevado al fracaso escolar en Cataluña nunca deja de sorprender. La orientadora escolar Nieves Argibay ha desatado la polémica al afirmar en el Diario de Vigo que corregir los exámenes con boli rojo provoca ansiedad en los alumnos.
La orientadora escolar Nieves Argibay ha desatado la polémica al afirmar en el Diario de Vigo que corregir los exámenes con boli rojo provoca ansiedad en los alumnos.
Esta experta recomienda a los profesores “corregir de la forma más constructiva posible”. No solo indicar lo que está mal, añade, sino hacer hincapié en lo que se ha hecho bien. También propone evitar expresiones como “no tienes ni idea”, y sustituirlo por cosas del tipo: “sigue así, muy buena reflexión”.
Sobre el color rojo, alerta del “impacto emocional” que puede causar en el alumno, y recomienda utilizar otros colores”. Afirma que la adolescencia “ya es una etapa muy delicada como para someter al alumnado a mayor presión”.
Debate sobre la forma de corregir
La emisora catalana RAC1 se ha hecho eco de la entrevista, y ha consultado a la doctora en psicología Cristina Martínez. Coincide en que hay que reforzar los aciertos del alumno, “valorando el esfuerzo para que tenga más ganas y motivación”.
También cree que “es mejor utilizar un bolígrafo verde para reforzar conductas positivas, en lugar del rojo que se asocia al castigo”. En sus propias palabras, “señalar los errores disgusta al ego y hace que los alumnos se bloqueen y desconecten”.

RAC1 también ha consultado al maestro jubilado Antoni Dalmases, que ha ofrecido un contrapunto crítico con las modernas teorías pedagógicas.
Ha acusado a estos “psicopedagogos” de tener un trauma con la disciplina, y les cataloga de “gente sin criterio”. Asegura que se esconden en debate estériles como el color del bolígrafo “para esquivar todos los problemas que tiene la enseñanza”. Para él, no aceptar la corrección “es hacer el salvaje”, porque hay que enseñar a los ignorante lo que hacen mal para que aprendan.
“Corregir no es castigar”, reitera, y por eso él corregía con pluma roja y de forma minuciosa. Advierte del gran problema de las metodologías modernas, y es que no enseñan a los alumnos a gestionar la frustración. “Si no les enseñamos a aceptar cuando fallan, qué especie de monstruos estamos creando”, exclama.
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