Personas observan ropa en una tienda de moda, con maniquíes vestidos al frente y percheros llenos de prendas en el fondo.
POLÍTICA

El salario medio real en España casi no ha subido en los últimos 30 años

Generaciones enteras no se han podido capitalizar mediante el ahorro y la inversión: los resultados ya están aquí

Los españoles no han visto mejoras reales en sus ingresos durante las últimas tres décadas. Según datos de la OCDE, entre 1994 y 2024 el salario medio real en España solo ha aumentado un 2,76 %. Esto evidencia tres décadas literalmente perdidas en términos de poder adquisitivo. 

Este estancamiento salarial se agrava en un contexto fiscal más gravoso. Datos de Funcas muestran que la renta neta real de los hogares está por debajo de niveles pre-crisis de 2008, mientras que la carga fiscal, medida por el índice impositivo, ha aumentado de 100 en 2008 a 114,4 en 2024. Además, el IRPF medio subió del 12,7 % en 2019 al 14,4 % en 2024, y los hogares soportaron un sobrecoste de 438 € por IVA entre 2021 y 2024.

Jon González, destacado analista económico, compartía un dato definitivo. Y es que, aunque el salario bruto medio ha recuperado parte del poder adquisitivo desde 2018, el salario neto medio sigue un 2,9 % por debajo. Esto se debe a que los tramos del IRPF no se ajustan con el IPC, a diferencia de las pensiones:

El mal económico de España: la productividad

Más allá de la presión fiscal, el problema de fondo es estructural. Organismos como Moody’s y la OCDE coinciden en que el insuficiente crecimiento de la productividad y la dependencia de empleos de bajo valor añadido están provocando que España no converja con las economías de Europa. La OCDE alerta de que desde mediados de los 90 la productividad ha crecido muy poco (0,5 % anual frente al 1,2 % de la OCDE), erosionando seriamente el salario real.

Imagen de dos trabajadoras, una delante de la otra, trabajando y manipulando varias piezas

En comparación, en otros países de la OCDE los salarios reales han registrado avances mayores. Sin embargo, en España los sueldos han quedado prácticamente congelados. La consecuencia es que el PIB per cápita se mantiene en niveles equivalentes a 1999. En este sentido, la inmigración masiva no solo no ayuda a estabilizar el PIB per cápita, sino que lo diluye todavía más.

Consecuencias

Este escenario tiene consecuencias reales y concretas. De entrada, dificulta el ahorro, la formación de familias, la adquisición de vivienda y agrava las diferencias entre generaciones y clases sociales. Esto último representa la gran fuente de desigualdad actual de España: la edad.

Porque, a todo esto, hay que destacar que el Estado, como se ve con los datos fiscales, no solo reduce la desigualdad, sino que la aumenta. Se trata de un sistema que detrae recursos y capitales de los más pobres para dárselos a los más ricos. De este modo, habrá que ver cómo quedan a largo plazo todas las franjas sociales que de un tiempo a esta parte no se han podido capitalizar.

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