Podemos se entromete en los planes de Pedro Sánchez con Puigdemont
Los morados quieren acentuar las diferencias ideológicas para forzar un adelanto electoral
El órdago de Carles Puigdemont a Pedro Sánchez ha dejado la legislatura en una vía muerta, al borde del colapso. El presidente de Junts ha amenazado con retirarle el apoyo si no se somete a la cuestión de confianza. Y ha advertido que ahora mismo no se dan las condiciones ni siquiera para la negociación de los presupuestos.
Pedro Sánchez, que en un principio creyó poder esquivar la cuestión, finalmente ha cambiado de estrategia. Ha dado instrucciones a su equipo de poner en marcha la maquinaria para cumplir con todos los compromisos adquiridos con Junts.
El PSOE confía en poder reconducir una situación que parecía insalvable. La situación favorecería a Junts, que vería cumplidas sus exigencias y de paso podría presentar como un éxito el hecho de haber doblegado el Gobierno. Sánchez podría continuar gobernando, y Puigdemont seguiría en una posición ideal para seguir obteniendo más concesiones.
Pero la cosa no será tan sencilla, porque un nuevo actor ha entrado en juego. Se trata de Podemos, que en las últimas semanas ha subido también el precio de su apoyo al Gobierno. Ahora, los morados quieren llevar su guerra particular a la confrontación ideológica con Junts.
A Sánchez se le acumulan los problemas
Podemos lleva meses creciendo en las encuestas de intención de voto, y la crisis de Sumar les ha envalentonado. El PSOE no ha tenido más remedio que elevarles a la categoría de socios preferentes junto a ERC y Junts. El problema es que los intereses de Podemos chocan frontalmente con los de Junts en cuestiones como la fiscalidad.
El impuesto a las energéticas ha visibilizado la insalvable contradicción del Gobierno. El PSOE ha querido contentar a unos y a otros con promesas incompatibles, que al final lleva al incumplimiento de los compromisos.
Ante la estrategia del PSOE para contentar a Junts, Podemos ha advertido que no aceptarán un rechazo a su exigencia de tumbar el impuesto. Quieren que el Gobierno negocie primero con ellos y luego sume a Junts al acuerdo por la fuerza de los hechos consumados. Y advierten que están dispuestos a tumbar los presupuestos si reciben un 'no' como respuesta.
La repetición electoral, cada vez más cerca
La cuestión es saber si Junts y Podemos van de farol, o están realmente dispuestos a romper con el Gobierno y provocar unas elecciones anticipadas. La estrategia de Junts pasa por tensar la cuerda hasta el extremo sin romperla y que sea el propio Gobierno quien caiga por su propio peso. En Podemos traman algo similar.
La estrategia de Podemos consiste en arrastrar al Gobierno hacia la izquierda para acentuar las diferencias ideológicas con Junts. Hasta el extremo, si conviene, de provocar una ruptura que lleve a elecciones anticipadas. Un escenario a priori más favorable para Podemos, que crece en las encuestas, y más incierto para Junts.
En todo caso, el pulso de Podemos al Gobierno frustra los planes de Pedro Sánchez para contentar a Junts. En Moncloa empiezan a asumir la posibilidad real de no sacar adelante los presupuestos. Lo cual haría muy difícil, si no imposible, su supervivencia a corto plazo.
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