Nuevo rídiculo de TV3: las redes estallan por una flagrante falta de ortografía
Se dispara el malestar ante la pérdida de calidad de los medios públicos audiovisuales en Cataluña
TV3 no levanta cabeza. Tras el ridículo histórico de la muerte de Macià y las críticas por su deriva ideológica, la cadena pública catalana ha vuelto a quedar retratada. Los servicios informativos, en el punto de mira una vez más, han dado una noticia con una flagrante falta de ortografía.
Entre la vergüenza y la indignación, así es como podría resumirse en sentimiento de miles de catalanes ante su televisión pública. Una televisión que les cuesta 377 millones, de largo la más cara de todo el Estado.
El incremento del coste público es proporcional al descenso de la calidad del servicio y el sectarismo ideológico.
El nuevo error ha desatado numerosas muestras de indignación y reabre el debate sobre el cierre de la cadena. Los catalanes empiezan a preguntarse seriamente cuántas cosas se podrían hacer con 377 millones de euros. En lugar de seguir financiando un medio de baja calidad y que respresenta solamente a una absoluta minoría de los catalanes.
El flagrante error que ha indignado a los catalanes
Los servicios informativos 324 han informado del descenso del uso del catalán en los másteres de las universidades. Paradójicamente, son ellos quienes han cometido un grave error ortográfico utilizando el catalán. En un tweet promocionando la noticia han escrito mal el nombre de la Universidad Abat Oliba.
En catalán se escribe Oliba con "B", pero ellos los han escrito Oliva con "V". Ante la avalancha de críticas han borrado el tweet, pero ya era demasiado tarde. Las redes se han cebado con el error, y muchos han vuelto a pedir una vez más el cierre de la cadena.
La televisión pública catalana llegó a ser un símbolo de la identidad catalana, pero en los últimos años sufre un desprestigio irreversible. Para muchos no hay nada que hacer, más que cerrar la cadena y dedicar los recursos a cosas más importantes. A la deriva ideológica woke se añade últimamente el malestar por errores de bulto como este.
Baja calidad y falta de pluralismo
El pasado 25 de diciembre, los servicios informativos cometieron un error imperdonable por el que nadie salió a pedir perdón. Confundieron a Francesc Macià con Lluís Companys. Aseguraron que Macià había muerto fusilado cuando en realidad murió en la cama de apendicitis.
El error ortográfico de la "Abad Oliva" alerta de la pérdida de calidad de un medio público que cada vez más caro. Pero no es lo único que enfada a los catalanes. A eso hay que añadir el sectarismo ideológico y la falta de pluralismo político que hace años que impera en los medios públicos catalanes.
Los informativos de la cadena, e incluso los espacios de entretenimiento, bombardean constantemente con ideas que representan la ideología de una minoría. Partidos como Vox y Aliança Catalana tienen nula o casi nula presencia, pesé a tener representación en el Parlament. Lo cual contraviene de manera flagrante el deber de pluralidad de los medios públicos.
Ante todo eso, crecen las críticas y el clamor por el cierre de la cadena.
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