
Junts se rompe: un grupo de militantes se dan de baja con duras acusaciones
Esta nueva escisión abre del todo las puertas a la fuga de afiliados y votantes
Se multiplican los problemas para Carles Puigdemont y su intento de relanzar el proyecto de Junts. Un grupo no oficial de militantes agrupados bajo las siglas de JuntsxJunts han anunciado su decisión de darse de baja colectivamente. Lo han hecho a través de un duro comunicado donde acusan a la dirección de falta de transparencia y democracia interna.

Son las consecuencias lógicas del funambulismo de los dirigentes de Junts en el congreso refundacional del pasado mes de octubre en Calella. Puigdemont y Turull lograron imponer su control absoluto dentro de la organización. Pero al mismo tiempo quisieron dar una imagen ficticia de pluralidad y unidad, manteniendo la presencia de diferentes corrientes internas dentro del partido.
Esta ruptura escenifica también la crisis interna del espacio postconvergente, sobre todo a raíz de los pactos con el PSOE. Dentro del partido siguen existiendo independentistas de base críticos con la estrategia de Puigdemont y Turull.
Es así mismo un nuevo toque de atención, ante la amenaza del trasvase de votos a Aliança Catalana.
Duro comunicado contra la ejecutiva de Junts
El grupo de militantes JuntsxJunts anuncia en un comunicado su “baja colectiva”, y detalla los motivos. Se afiliaron a Junts “ilusionados por un proyecto que quería ser innovador, transversal y participativo”, aseguran. Venían de diferentes procedencias, sin experiencia en la política, dispuestos a “trabajar por la soberanía nacional”.
Se declaran herederos del 1 de octubre, y hasta ahora fieles “al presidente legítimo de Cataluña en el exilio”.
Pero constatan “un cambio de rumbo” que han intentado rectificar sin éxito. Acusan a los dirigentes de Junts de comprar a los impulsores de este grupo con cargos relevantes “a cambio de tenernos bajo control”.
Ahora rompen el carnet del partido por la “falta de transparencia y de democracia interna”. Lamentan que el partido “haya acabado en manos de quienes avalan el autonomismo pactando con los partidos del 155”. Y que en cambio, quienes buscan un cambio “sean apartados e invisibilizados” dentro del partido.
Abren la puerta a la fuga de votos
Estos militantes afirman que el congreso de octubre fue “la culminación” de este proceso de recentralización. Un proceso debido al cual muchos militantes de base “se han ido marchando sin hacer ruido”.
Acusan a la ejecutiva presidida por Puigdemont de limitar la participación interna de otras corrientes internas. Menciona una de la listas presentadas en el Alt Penedès, o la denuncia de la corriente de izquierdas liderada por Agustí Colomines y Aurora Madaula. Es, según apuntan, "el afán del aparto dirigente por desactivar la transversalidad ideológica y colocar a los cuatro afines".

Pero sobre todo, señala la incapacidad de los independentistas de Junts de volver a las tesis del 1 de octubre. "Llegados aquí, consideramos que Junts ya no nos representa y que no sirve para conseguir nuestros objetivos", concluyen.
Esta escisión abre del todo la puerta a la fuga de votos de los críticos con la dirección de Junts y su estrategia. Lo cual son buenas noticias para Aliança Catalana, principal contenedor de votos de los indignados de Junts.
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