Un hombre con gafas y traje oscuro habla en un podio con la palabra "Responem" escrita en él.
POLÍTICA

El Govern de Illa crea un nuevo chiringuito: l'Observatori de la Inundabilitat

El tejido burocrático no hace más que crecer y eso refuerza el perfil de la Generalitat como agencia de colocación

El Govern de Salvador Illa ha anunciado la creación de un nuevo ente público bajo el nombre de Observatori de la Inundabilitat. El organismo dependerá de la Dirección General de Transición Hídrica y se presenta como una herramienta para mejorar la gestión de las riadas. La medida se enmarca en las políticas climáticas de la Generalitat y responde, en teoría, a la necesidad de reforzar el análisis técnico frente a episodios de lluvias intensas.

Según la propia administración, este observatorio tendrá hasta 25 miembros, procedentes tanto de la propia Generalitat como del entorno académico y técnico. También se incorporarán "expertos independientes". Es decir, una fórmula habitual en este tipo de entes públicos.

Por el momento, el Govern no ha aclarado si los miembros del observatorio percibirán remuneración alguna. Sin embargo, el dato no es menor. En anteriores casos en los que los cargos eran simbólicos y no remunerados, el Ejecutivo lo dejó expresamente indicado en sus comunicados. En este caso, no ha sido así, lo que invita a pensar que los integrantes del Observatori podrían estar incluidos en alguna forma de retribución, directa o indirecta.

Fachada de un edificio histórico con una bandera en el balcón y una entrada con columnas y farolas.

La industria del chiringuito

Con este anuncio, Illa suma un nuevo organismo a un ecosistema público ya sobredimensionado, plagado de consejos, agencias y observatorios. De hecho, el propio comunicado oficial señala que el objetivo será “recopilar datos, analizar información y proponer medidas estructurales y no estructurales”. De este modo, no se concreta en ningún momento qué aportará que no puedan hacer ya los departamentos existentes.

La creación del observatorio llega, además, con la promesa de abordar el impacto del cambio climático en la cuenca mediterránea. Sin embargo, muchas de las medidas relacionadas con inundaciones siguen sin aplicarse a pesar del precedente valenciano. Hablamos, por ejemplo, de la actualización de la cartografía de riesgo o los planes sobre cámpings

A falta de ver el funcionamiento de este observatorio, lo que es seguro es que este tipo de órganos contribuyen a consolidar un modelo clientelar donde la Generalitat se convierte en una maquinaria de colocación. Paralelo a todo esto, multitud de patronales y colectivos de la sociedad civil insisten en que el tejido burocrático catalán es excesivo.

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