La Generalitat avala el uso del niqab en las aulas de los centros educativos

El uso del velo islámico en los colegios es un viejo debate que ahora vuelve a la calle con más fuerza en Cataluña. El aumento de la inmigración de origen islámico y la radicalización religiosa ha multiplicado el uso en público de esta prenda de vestir. Lo cual choca directamente con los valores occidentales de igualdad y respeto a la mujer, especialmente cuando se trata de niñas menores de edad.

Mientras que en otros países como Alemania el burka y el niqab están prohibidos en las escuelas, en España existe un vacío legal. En algunos casos, incluso, la autoridad competente intercede en favor de su uso. Esto es lo que ha ocurrido en Cataluña.

El niqab es un tipo de velo islámico que cubre completamente el rostro de la mujer, dejando solo los ojos al descubierto. La cuenta de X @petitcomite_ alertó tras haber visto el primer niqab en un instituto de Barcelona. “Solo queda la rejilla en los ojos”, afirmó en alusión al velo más extremo que es el burka.

“Es muy habitual ver hijabs y similares en las aulas de FP, hasta ahora, pero siempre se les veía la cara”, alegó. Así mismo, pidió explicaciones a la Consejería de Educación y al ayuntamiento de Barcelona.

Ahora ha actualizado la información afirmando que la dirección del centro consultó al departamento de educación cómo abordar este caso. “El consorcio respondió que cada mañana tiene que identificarse a la conserje, y que a la una se le tiene que proporcionar tiempo y un espacio para orar”.

“Si Educació tiene que hacer alguna cosa”, responde un usuario, “que no sea imponerlo al resto de chicas para solidarizarse con la que lo lleva y que no se sienta extraña”.

Un peligroso vacío legal

El vacío legal en este campo hace que la autoridad actúe de forma arbitraria en cada caso, siguiendo no se sabe bien qué criterios. En Cataluña, la autoridad en estos casos acaba priorizando siempre el respeto religioso y a las minorías. Incluso por encima de la integridad de las mujeres (en este caso menores), pese a tener “el gobierno más feminista de la historia”.

En otros estados europeos como Holanda, Alemania o Austria lo tienen muy claro. Incluso la izquierda en estos países considera el burka y el niqab como “símbolos de opresión” de las mujeres, y prohíben su uso en las escuelas.

En Cataluña la izquierda considera que la prohibición puede incurrir en la marginación de las minorías y limitar el derecho religioso. También se oponen a su prohibición con la excusa de que podría aumentar el abandono escolar de estas niñas.