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¿Por qué las elecciones en Alemania de este domingo marcarán el futuro de Europa?
Solo se albiran dos alternativas: o una coalición centrista o un giro ultraconservador. Es decir, continuidad o ruptura
Alemania celebra este domingo unas elecciones cruciales no solo para el país sino también para el futuro inmediato de Europa. Los resultados podrían consolidar el statu quo actual o marcar el inicio de un cambio que lleva tiempo gestándose. Atendiendo a las encuestas, ahora mismo solo se observan dos escenarios: continuidad o ruptura.
La CDU parte como favorita con el 30% en intención de voto, mientras que la socialdemocracia, hundida en el 15%, trata de sacar la cabeza. En medio, la incógnita de AfD, el partido antiinmigración que ya supera el 20% en los sondeos.

Descartada la alianza de izquierdas (los números no dan), solo caben dos posibilidades. O una Gran Coalición entre la CDU y el SPD para salvar al establishment, o un pacto CDU-AfD para dar un giro ultraconservador al país.
Los alemanes votan este domingo con la recesión económica y la crisis migratoria y de seguridad de fondo. Las elecciones de este domingo marcarán el futuro de Europa en dos sentidos. Por un lado el equilibrio de fuerzas (polarización izquierda-derecha), y por el otro el rumbo de las políticas de la unión en los próximos años.
El tablero político
El establecimiento de un gobierno ultraconservador en Alemania cerraría el círculo iniciado hace tres años con la oleada derechista en el viejo continente. Empezó por los países nórdicos para luego extenderse al corazón de la vieja Europa (Holanda, Dinamarca, Austria), e incluso en la Europa meridional (Italia).
El auge de los partidos antiinmigración y ultranacionalistas, junto al hundimiento de la socialdemocracia, ha modificado la fisonomía política de Europa. También ha cambiado el rumbo de las políticas comunitarias. Por ejemplo, rompiendo el tabú de la seguridad e imponiendo una reforma del Pacto de Migración y Asilo en un sentido restrictivo.
Francia, España y Alemania son hasta ahora la excepción, aunque la realidad también está cambiando.
En Francia el gobierno macronista hace aguas. En nuestro país Pedro Sánchez está más cerca de las elecciones anticipadas que del segundo año de legislatura.

Lo que ocurra en Alemania podría aislar aún más a estos países (o al contrario, marcar el camino de las grandes coaliciones centristas).
El futuro de Europa
Alemania evidencia también la decadencia del proyecto europeo y de sus élites, reffeljada en el fracaso de sus políticas. La inmigración es el gran paradigma. El 'queremos acoger' ha derivado en una crisis migratoria angustiante (de la que ni siquiera se adivina el final) y en una galopante crisis de seguridad.
Pero en las elecciones alemanas también se decide el futuro de Ucrania, la recesión económica y la transición verde. Todo esto señala el fracaso de las políticas impuestas por el establishment en las últimas dos décadas.

La alianza centrista (UCD-SPD) marcará un giro a la derecha desde el continuismo, pero el proyecto europeo y la Agenda 2030 seguirán intactos. En cambio, un gobierno con AfD cambiaría radicalmente las cosas. Apuntalaría el cambio de paradigma global tras la victoria de Donald Trump y sentenciaría de muerte a la izquierda globalista.
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