Adriana Llena y Laure Vega están de pie frente a un fondo amarillo con un logotipo de "CUP" en un podio, una de ellas habla por un micrófono.
POLÍTICA

La CUP reivindica y justifica la agresión a un militante de Aliança Catalana

Los cupaires sacan pecho del ataque que acabó con un miembro del partido de Sílvia Orriols inconsciente y en el hospital

Sigue la polémica respecto a la brutal agresión que una turba de "antifascistas" perpetraron contra varios miembros de Aliança Catalana. Los hechos sucedieron este sábado por la mañana en el barrio de Les Corts de Barcelona. Y como consecuencia del ataque impulsado por gente de la CUP, un militante del partido de Sílvia Orriols acabó inconsciente y en el hospital, dónde se está recuperando. Mientras, los Mossos d'Esquadra buscan al agresor, ya identificado, que huyó de la escena.

La reacción de la clase política ante estos lamentables hechos ha sido dispar. Mientras la mayoría condenaba la acción violenta, otros han preferido callar. Y, después, tenemos el caso de la CUP, que ha apostado por reivindicar y justificar la brutal agresión que ha acabado con una persona hospitalizada. 

Mujer con bufanda azul y negra en una habitación con una bandera en el fondo.

Una dirigente de la CUP involucrada en el ataque y el partido defiende la agresión

Las imágenes delatan la presencia de Adriana Llena en la violenta acción. Esta dirigente cupaire fue la número 3 en las listas de la CUP y una de las principales caras visibles de la candidatura en las últimas elecciones municipales. En los vídeos que han aparecido en las redes, Llena no solo participa del ataque, sino que además lo lidera.

Seguramente por este motivo, la CUP ha reivindicado y justificado la agresión que ha llevado a un hombre al hospital. Lejos de condenar los hechos, pedir disculpas o algo similar, los cupaires han decidido sacar pecho. "Hemos estado allí para plantar cara", decía en un comunicado Endavant, la corriente interna con más peso dentro de la CUP.

A su vez, celebraban haber "echado de la plaza a la parada de Aliança Catalana" y afirmando que "cuando nos organizamos somos imparables". No suficiente con ello, han añadido que esto "se seguirá demostrando día a día", amenazando pues con nuevos ataques similares en un futuro. Por último, añadían que "la única opción es no dejarles ni el mínimo espacio, este es nuestro compromiso".

El comunicado ha sido compartido por la cuenta oficial de la CUP en Les Corts o por el dirigente de la formación Hug Lucchetti. Jordi Pujol, actual miembro de la dirección del partido, se sumó a la reivindicación recordando que "hoy hace 30 años que el gran Eric Cantona nos hacía un recordatorio práctico de que al fascismo se combate por todos los medios. Antifascistas siempre". David Caño, número 5 en la lista de la CUP por Barcelona en las pasadas elecciones al Parlament, directamente ha dicho que en la agresión "solo veo a un barrio organizado contra el fascismo".

La mayoría de partidos condenan la agresión... menos la CUP, los Comuns y ERC

Ante la gravedad de los hechos, muchos dirigentes políticos se han pronunciado al respecto, especialmente para condenar la brutal agresión. Ignacio Garriga de Vox reclamó echar "fuera de nuestras calles a los totalitarios". También Alejandro Fernández del PP reivindicó que "en Cataluña todo el mundo tiene que poder expresar sus ideas en libertad". Y mandó "nuestros mejores deseos para el militante de Aliança Catalana agredido".

De Junts, el secretario general Jordi Turull recordó que "nada justifica la violencia por abismal que sea la distancia ideológica". Y expresó su "repulsa y condena sin matices" a la agresión sufrida por los miembros de Aliança Catalana. Incluso ha salido un dirigente del PSC a condenar los hechos: Ferran Pedret (presidente del grupo parlamentario socialista en el Parlament), afirmando que "la violencia no es el camino".

Otras personalidades políticas que se han pronunciado al respecto para criticar la agresión alentada por la CUP han sido, por ejemplo, Laura Borràs (Junts), Gonzalo de Oro (Vox), Daniel Sirera (PP), Mònica Lora (Vox) o Josep Lluís Alay, hombre de confianza de Carles Puigdemont. En cambio, ha habido silencios muy significativos.

Por ejemplo, ni Salvador Illa ni Núria Parlón han dicho nada sobre esta cuestión. Siempre quedará la duda de si el president de la Generalitat y la consejera de Interior habrían dicho algo en el caso de que los agredidos hubieran sido de otro color político. Tampoco ha dicho nada ningún dirigente de ERC ni tampoco de los Comuns, así como Carles Puigdemont.

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