
VÍDEO VIRAL | Alejandro Fernández recupera su discurso sobre la 'salvaje imprudencia' de cerrar la nuclear de Ascó
El Congreso ha derogado la prórroga de las centrales y el apagón nuclear sigue en marcha
El Congreso de los Diputados decidió la semana pasada rechazar la derogación del cierre de tres centrales nucleares, entre ellas la de Ascó, en Cataluña. El Gobierno de Pedro Sánchez celebró la decisión del Congreso, que le permite seguir adelante con el calendario del apagón nuclear. En cambio, el PP lamentó una medida que a su parecer encarecerá la electricidad y creará más dependencia del exterior.

La votación devolvió a la actualidad el intenso debate que tuvo lugar hace unos meses en el Parlament de Cataluña. Alejandro Fernández, presidente del PP catalán, fue el más vehemente en la defensa de las nucleares como fuente alternativa de energía.
Tras la decisión del Congreso, el diputado popular recuperó su intervención viral del 12 de febrero en el hemiciclo catalán. Criticó la política energética del Govern Illa y sus socios procesistas: "¿No se da cuenta señor Illa de la salvaje imprudencia que supone cerrar las nucleares?", preguntó, recordando que el 56% de la energía consumida en Cataluña es nuclear.
Fernández criticó la "cultura del no a todo" que no quiere nucleares pero tampoco apuesta por las renovables. Cataluña es la región del estado donde menos se ha invertido en renovables. "Nosotros en cambio decimos sí a las dos, sí a las renovables, y sí a la nuclear", dijo Fernández.
Calendario del apagón nuclear
El diputado del PP catalán advirtió a Salvador Illa que "van hacia el desastre". La decisión del Congreso implica que sigue en marcha el calendario que prevé el cierre de todas las centrales nucleares en España en los próximos años.
Actualmente hay siete reactores nucleares en funcionamiento, entre los cuales Ascó I y Ascó II, y Vandellós II, en Tarragona. El Gobierno de Pedro Sánchez aprobó un calendario que prevé el apagón de los reactores, de forma paulatina, durante los años 2027-2035. La primera en cerrar sería Almaraz, en noviembre de 2027, y en 2030 se desmantelarían las de Tarragona.
En Cataluña, la izquierda ha defendido apasionadamente el cierre de las nucleares argumentando el impacto medioambiental de las centrales. Pero los diferentes gobiernos no han invertido en renovables, lo cual expone a la región a una mayor dependencia del exterior y precios más caros de la electricidad. El pato lo pagarán las empresas y las familias, en especial las clases medias.
El PP interpuso una enmienda a la ley del Gobierno para prorrogar la vida de las centrales nucleares, pero el Congreso lo ha rechazado. El apagón nuclear seguirá delante, y el tiempo dirá si, como ocurrió con el agua, el vaticino de Alejandro Fernández volvía a ser certero.
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