
Un feminismo a cuadros
Estos días se ha vuelto viral un vídeo del único superviviente del tridente fundador de Podemos hablando de los intelectuales
La historia de los tres profesores universitarios que fundaron Podemos es de sobra conocida. Hasta ahora, todo eran rumores: invitaciones a alumnas para "refrescarse" en el baño y un WhatsApp filtrado que insinuaba las filias sadomasoquistas del cabecilla.
Si en octubre estalló el caso Errejón y los podemitas lograron esquivar la bala, amparados en su desvinculación del partido y su afiliación a Sumar, en las últimas semanas el caso Monedero ha implosionado con fuerza: una reacción en cadena de denuncias, tanto dentro del partido como en la universidad. Entonces, todos esperábamos la firme denuncia de las grandes figuras del feminismo patrio, Irene Montero y Ione Belarra, pero nada más lejos de la realidad. De los creadores de "Hermana, yo sí te creo" hemos pasado a una huida hacia adelante.
Ahora, en un discurso sincronizado, sostienen que todo esto es una conspiración mediática desatada por el aumento de la intención de voto a Podemos. Las musas del feminismo han obsequiado al público con una retahíla de excusas para justificar lo injustificable: el partido, según ellas, actuó con impecable diligencia gracias a su protocolo infalible.

Como en el caso Errejón, de repente, en Podemos nadie conocía a Juan Carlos Monedero. Hacía mucho que habían perdido el contacto; ni siquiera veían su foto de perfil y el último WhatsApp quedó en visto. Pero, ¡benditas redes sociales!, la credibilidad de esta versión duró, lo que tardó un tuitero en rescatar una interacción entre Belarra y Monedero en 2023, cuando el partido ya conocía las denuncias. En público se prodigaban halagos y se mostraban encantados de haberse conocido.
Esto no ha sido todo, ¡bendita hemeroteca!: se ha hecho viral un vídeo en el que el único superviviente del famoso tridente fundador, ataviado con una camisa de cuadros, explica los dos tipos de intelectuales que existen. Para el caso que nos atañe, nos interesa el primero: "Un tipo con camisa de cuadros, que te lleva a su casa, que te pone un disco de Silvio Rodríguez e intenta tocarte las tetas". No contento con haber soltado un chascarrillo que ni Arévalo en sus tiempos, reiteró que las risas entre las señoras del público confirmaban su hipótesis.
Las manos inquietas de los dirigentes podemitas coincidieron con sus monsergas, con todo un repertorio de canciones que, como en misa, repartían culpas a diestro y siniestro. Hoy, Monedero -como Errejón- ya no es amigo de nadie, ya no comparte marchas, ni bailes, ni tan siquiera lo quieren para los coros. A pesar de ello, espero que se siga valorando que fueron ellos los que feminizaron el nombre del partido -Unidas Podemos- no fuera cosa que alguien se diera cuenta de que los tres eran hombres.
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