
Antecessor, el africano
La idea de que el 'Homo antecessor' era el antepasado de los 'sapiens' complicó mucho la evolución humana en los libros
Durante junio de 2002, tras el descubrimiento de un nuevo cráneo de Homo erectus en África, en la revista Nature, White y Asfaw pusieron en duda la validez de Homo antecessor como una especie distinta de Homo erectus. Estos autores indicaron que no existían caracteres distintivos entre antecessor y erectus, y sugirieron que lo más lógico hubiera sido considerar a antecessor como una variedad más de los erectus. Los defensores de antecessor, sin embargo, proclamaron durante esos días que Homo antecessor vivió en África y que de él descendieron directamente los sapiens. Su hipótesis se basaba en la reconstrucción facial de antecessor a partir de dos fragmentos de individuos posiblemente diferentes.
En dicha reconstrucción, se observaba una depresión debajo de los pómulos, la conocida como fosa canina, un rasgo que aparece frecuentemente en los sapiens. Por ello, Bermúdez y colaboradores publicaron en 1997 que antecessor fue el antepasado africano de todos los sapiens del mundo. Sin embargo, después de décadas desde la publicación de Homo antecessor, no se han encontrado ejemplares de esta especie en África. A pesar de ello, Bermúdez y sus colaboradores insistieron en que antecessor fue una especie ampliamente distribuida por África y Europa, dando lugar a los heidelbergensis en Europa y los sapiens en África.

El problema de todo esto es que, si se encontraran ejemplares de antecessor en África o Europa, y si fueran adultos, sería complicado relacionarlos con los jóvenes ejemplares encontrados en Atapuerca. La razón es sencilla: la gran mayoría de los fósiles de Atapuerca son de individuos jóvenes que, de ser adultos, mostrarían características completamente diferentes. A pesar de esto, los defensores de antecessor mantuvieron que esta especie era un antepasado africano directo de los sapiens. Lamentablemente, los datos fueron en contra de esta hipótesis. El esmalte dental de antecessor era grueso, similar al de los erectus. Además, la distribución del esmalte en la corona presentaba características exclusivas de los neandertales y no de los sapiens.
Esto demostraba que antecessor nunca fue un ancestro directo de los sapiens, como ya había señalado Delson en 1997. Desde la biología evolutiva, se concluye que nunca se puede afirmar con certeza quién es antecesor directo de quién. En todo caso, se puede hablar de parientes evolutivos cercanos con ancestros comunes compartidos. A pesar de las evidencias, la discusión sobre el origen africano de antecessor como antepasado directo de los sapiens continuó hasta 2019, pero existía una paradoja: si Homo antecessor provenía de África, ¿por qué no trajo consigo la talla de piedra más común de ese continente, los bifaces del modo II?
Si antecessor hubiera venido de África, habría traído consigo esta tecnología, pero no se han encontrado herramientas de ese tipo en el nivel TD6 de Gran Dolina en Atapuerca, sino herramientas más primitivas del modo I. Este hecho sugiere que, si bien existió canibalismo en Gran Dolina, como lo interpretaron otros autores en 1999, los instrumentos hallados no eran los típicos bifaces del modo II. Apostar por un origen africano de Homo antecessor sin encontrar el modo II asociado es, por tanto, una postura contradictoria y errónea.

Para resolver la controversia entre el origen africano de antecessor y su relación con Homo erectus, es necesario aplicar el principio científico de la parsimonia. Este principio sostiene que el modelo evolutivo más simple, que implica el menor número de cambios, es el más probable y cercano a la verdad. Ante los hechos probados, la explicación más lógica es que Homo erectus fue una especie diversa que se extendió por muchos continentes, con características que cambiaron gradualmente, explicando así la gran variabilidad temporal y espacial entre los erectus asiáticos, europeos, africanos y oceánicos. Homo antecessor sería simplemente una variedad europea de Homo erectus y no el antepasado directo de los sapiens.
La falta de evidencia de antecessor africano y su relación con los sapiens confirma que esta especie solo complicó el entendimiento de la evolución humana. En resumen, sería más sencillo aceptar que Homo erectus evolucionó en África, se diversificó por Asia y llegó a Europa. Finalmente, el equipo de Atapuerca ha reconocido que Homo antecessor no fue necesariamente africano ni antepasado directo de todos los sapiens del mundo.
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