Helena Garcia Melero llora el adiós de este icónico bar con casi 80 años de historia
A través de sus redes, Helena Garcia Melero se ha despedido del mítico establecimiento con un mensaje lleno de emoción
El bar Boia de Cadaqués, uno de los locales más icónicos de la Costa Brava, ha cerrado definitivamente después de casi ochenta años de historia. Fundado en 1944, este establecimiento fue un punto de referencia para locales y visitantes.
Sin embargo, el pasado 4 de enero marcó el final de su trayectoria debido a una reclamación legal que obligó a cesar su actividad. Entre las muchas personas que han lamentado este cierre destaca Helena Garcia Melero, reconocida presentadora del programa Tot es mou.
A través de sus redes, Melero ha compartido una emotiva despedida al bar Boia, acompañada de una imagen en Cadaqués. "Gracias infinitas a toda la familia del bar Boia. 'Vamos al Boia a tomar un café' no puede ser historia…", ha escrito la periodista en su cuenta de Instagram.
Helena Garcia Melero llora el adiós del mítico bar Boia
El cierre del bar Boia no solo significa el final de un negocio, sino también la pérdida de un lugar lleno de recuerdos. Desde su apertura, el local fue testigo de incontables momentos, convirtiéndose en un punto de encuentro para quienes buscaban disfrutar de la belleza de Cadaqués.
A pesar de su éxito y su reconocimiento, el establecimiento no ha podido superar las dificultades legales que llevaron a su cierre. Desde el 4 de enero, el bar ha permanecido cerrado, salvo para que sus responsables retiraran el material restante.
Esta noticia ha causado gran pesar, especialmente entre los habitantes del pueblo y los visitantes que durante años hicieron del Boia su lugar de referencia. No cabe duda de que su adiós ha dejado un profundo vacío en sus clientes, incluida Helena Garcia Melero.
Helena Garcia Melero y su amor por Cadaqués
No es un secreto que Cadaqués ocupa un lugar especial en el corazón de Helena Garcia Melero. Sus publicaciones en redes sociales evidencian su amor por este rincón de la Costa Brava, que frecuenta siempre que tiene oportunidad.
Su mensaje de despedida refleja el valor sentimental que este lugar tenía para ella. El cierre del Boia deja un vacío que será difícil de llenar en Cadaqués. Su historia, cargada de tradición, quedará grabada en la memoria de quienes lo consideraron un símbolo del pueblo.
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