Instagram, @royalsofluxembourg Esta es la enfermedad que sufría Federico, el hijo fallecido de Roberto de Luxemburgo
Su padre expresó en el comunicado que el joven príncipe compartió un último adiós con cada uno de sus familiares
Federico de Nassau, hijo menor de Roberto de Luxemburgo, ha fallecido a los 22 años tras luchar contra una enfermedad mitocondrial poco frecuente. La familia ha comunicado su pérdida con gran dolor, expresando su admiración por la fortaleza del joven.
Su padre, a través de la Fundación POLG, ha compartido un emotivo mensaje en el que recuerda el valor y el sentido del humor de Federico, incluso en sus últimos días. El joven falleció el pasado 28 de febrero, acompañado por sus seres queridos hasta el final.
En el comunicado, su padre ha relatado que pudo despedirse de cada miembro de su familia, mostrando una serenidad admirable. Su madre, Julie Elizabeth Houston Ongaro, también ha destacado su espíritu positivo y su capacidad de encontrar luz en los momentos más difíciles.
El hijo de Roberto de Luxemburgo falleció el pasado 28 de febrero | Instagram, @chateaulamissionhautbrion
El hijo de Roberto de Luxemburgo: ¿de qué ha muerto?
Federico sufría un trastorno mitocondrial causado por mutaciones en el gen POLG. Una afección que afecta el funcionamiento de las mitocondrias, esenciales para la producción de energía en las células del cuerpo.
Estas mutaciones impiden que el organismo obtenga la energía necesaria para mantener en funcionamiento órganos vitales. Algunos de ellos son el cerebro, los músculos, el hígado y el sistema nervioso. Los síntomas de esta afección pueden variar ampliamente en cada paciente.
Sin embargo, en muchos casos incluyen debilidad muscular, problemas de coordinación, dificultades en el habla y la deglución, pérdida progresiva de la visión y convulsiones. A medida que avanza, el deterioro afecta la movilidad y otras funciones esenciales.
Federico padecía una enfermedad que afectaba a sus mitocondrias | Instagram, @royalsofluxembourg
La importancia de la investigación
En los últimos años, la familia de Federico había trabajado activamente en la sensibilización sobre esta afección. A través de la Fundación POLG, impulsaron campañas para promover la investigación y mejorar la calidad de vida de quienes padecen enfermedades mitocondriales.
El fallecimiento de Federico ha puesto en evidencia la falta de tratamientos efectivos para esta condición. Roberto de Luxemburgo, su padre, ha reafirmado su compromiso de seguir luchando por mayor inversión en este campo.
Con su testimonio, han querido dar visibilidad a una enfermedad poco conocida, pero que afecta a muchas personas en el mundo. Federico deja un legado de valentía y resiliencia, recordado por su familia y amigos como un joven lleno de vida.
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