Vista aérea de una piscina natural de agua cristalina rodeada de rocas y algas junto al mar
EL TIEMPO

Esta piscina natural única en el mundo está en España y muy pocos saben llegar a ella

Escondida entre rocas volcánicas y en mitad de un paraíso natural podemos encontrar una auténtica joya de la naturaleza

España cuenta con auténticas joyas de la naturaleza, muchas de ellas escondidas en rincones muy desconocidos. Nuestro país tiene la suerte de contar con una gran variedad de paisajes, desde desiertos hasta montañas. Y todo ello ha permitido esculpir rincones mágicos, que en muchos casos parecen sacados de otro planeta.

Es el caso de una espectacular piscina natural, situada entre las rocas volcánicas de la costa este de Fuerteventura. Se trata de la Caleta de Fuste o Krabbenfelsen, un mágico rincón aparece únicamente cuando el mar lo permite. Con la marea baja, el Atlántico se retira y deja al descubierto una maravillosa piscina natural de aguas esmeralda.

Persona nadando en una piscina natural de agua cristalina rodeada de rocas y el mar al fondo

Está situada cerca de zonas muy turísticas, pero pasa desapercibida por la mayoría de visitantes. Esto se debe a que no hay señales, ni carteles, ni caminos evidentes. Precisamente por eso tiene tanto encanto.

Y es que la Caleta de Fuste no ha sido construida ni modificada por el ser humano. Es un rincón completamente salvaje, moldeado solo por el paso del tiempo y el pulso del mar.

El momento exacto en el que la Caleta de Fuste se deja ver

Como hemos dicho, esta piscina natural no está siempre visible. Solo aparece cuando la marea baja lo suficiente como para que el agua quede atrapada entre las rocas. Entonces, se forma un estanque natural, transparente y poco profundo.

Lo más importante es consultar las tablas de mareas antes de planear la visita. Lo ideal es llegar al menos una hora antes del punto más bajo. Así podrás disfrutarla en su plenitud, sin prisas y con total tranquilidad.

No hay horarios ni aforo, ni ningún tipo de vigilancia. El acceso es gratuito y no hay servicios. La experiencia depende exclusivamente de la naturaleza.

Un origen volcánico que la hace muy especial

La piscina es fruto de la erosión marina y la antigua actividad volcánica que dio forma a la isla. La lava solidificada, combinada con la acción constante del mar, ha creado una especie de cuenco natural. Esa forma retiene el agua y crea un refugio cálido, sereno y perfecto para el baño.

Vista aérea de un complejo turístico junto al mar con piscinas, edificios y una playa amplia

Su profundidad variable permite que el sol la caliente con rapidez. Eso hace que bañarse aquí resulte más agradable que en mar abierto. Además, no suele haber oleaje ni corrientes.

El color del agua es uno de sus grandes atractivos. Cuando el sol está alto y la marea en su punto más bajo, la piscina brilla en tonos turquesas o esmeralda. El contraste con la roca negra volcánica crea un paisaje hermoso.

La forma más fácil de encontrar este mágico lugar

Para encontrar esta piscina natural, hay que ir al municipio de Antigua, entre Nuevo Horizonte y Caleta de Fuste. Lo mejor es caminar por el paseo marítimo que une ambas zonas y desviarse hacia una pequeña península. El trayecto a pie es corto, de unos diez minutos, y con bonitas vistas al mar.

Eso sí, el tramo final no está señalizado y atraviesa roca volcánica, que puede estar húmeda y resbalar. Es fundamental llevar calzado adecuado, preferiblemente cerrado, y tener precaución. Si se va con niños, se recomienda que tengan más de seis años y estén siempre supervisados.

Playa de arena dorada con agua cristalina y algunas personas disfrutando del sol y el mar, edificios y palmeras al fondo

Este rincón no tiene carteles, horarios ni instalaciones, pero ofrece algo que pocos lugares pueden dar: la sensación de haber descubierto un secreto. Si buscas una experiencia diferente en Fuerteventura, natural y fuera del circuito habitual, esta piscina te lo da todo. Solo necesitas mirar el reloj de las mareas, y dejar que la isla haga el resto.

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