Una mujer sorprendida con las manos en las mejillas sobre un fondo de ciudad y un círculo que muestra churros con chocolate.
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La churrería de la que todos hablan está en este barrio de Barcelona: un espectáculo

La historia de un local que abrió en los años 50 y ha sabido mantenerse relevante gracias a su frescura y variedad

Si eres de los que disfruta de un buen churro con chocolate, seguro que ya has escuchado hablar de la Churrería Trébol. Este sitio, en pleno corazón de Gràcia, ha sido durante décadas el lugar de referencia para saborear churros y porras. Hoy, es todo un fenómeno, pero no es solo por la calidad de sus productos, sino por la experiencia que ofrece.

Aunque su esencia sigue siendo la misma que antes, el local ha pasado de ser un rincón secreto de barrio a convertirse en un destino popular para turistas. Y no es para menos, porque la Churrería Trébol ha sabido adaptarse a los tiempos, sin perder su toque tradicional.

Toldo rojo con el texto

Un clásico que sigue sorprendiendo

La Churrería Trébol abrió sus puertas en 1955 en la Calle de Còrsega, 341, en Gràcia. Desde entonces, ha sido un punto de encuentro para los vecinos de toda la vida. Sin embargo, en los últimos años, la afluencia de turistas ha cambiado un poco el ambiente del lugar.

Si antes era un sitio que solo los del barrio de Gràcia conocían, hoy en día hay que hacer cola para conseguir un hueco. Y como es de esperar, los precios también han subido, adaptándose a la demanda. Por ejemplo, según la cuenta de Instagram @cheatmealhunters, probaron tres tipos de churros rellenos (Kinder Bueno, mermelada de fresa y Milkybar) y pagaron 8,90 €.

Una vitrina de una tienda muestra una variedad de churros, algunos rellenos de chocolate y crema, junto a carteles con precios.

A pesar del cambio en su clientela, lo que sigue destacando es la calidad de los churros, siempre recién hechos. En este local, el tiempo de espera nunca es en vano, y eso se refleja en el sabor y frescura de sus productos.

La magia detrás de los churros: recetas innovadoras

Lo que hace especial a la Churrería Trébol no son solo los churros tradicionales, sino sus innovadoras versiones. Además de los churros clásicos, se pueden probar variedades rellenas de sabores como Kinder Bueno, mermelada de fresa o Milkybar.

Interior de una tienda con un letrero que dice

Esta mezcla de lo tradicional con lo moderno le ha dado un toque único. Sin duda, su variedad de opciones ha sido uno de los secretos para seguir ganando popularidad. Así que, si todavía no has visitado este lugar, no esperes más.

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