A tan solo 1 hora de Madrid tienes la ciudad perfecta para escaparte: esquí e historia
Una estación de esquí ideal para evitar aglomeraciones y un destino cultural con historia te esperan este invierno
A solo una hora de Madrid, en un entorno natural y tranquilo, se encuentra un lugar para los amantes de la nieve. Este destino, con una combinación perfecta de naturaleza, historia y gastronomía, se convierte en el lugar perfecto para una escapada invernal.
Además de su acceso fácil desde la capital, Segovia ofrece una increíble estación de esquí. La cual se destaca por su ambiente relajado y su oferta adaptada tanto a esquiadores experimentados como a familias que desean disfrutar de la nieve.
La Pinilla: El refugio perfecto para esquiar sin aglomeraciones
En la provincia de Segovia, se encuentra La Pinilla, una estación de esquí que ofrece 23 km de pistas en un entorno tranquilo y menos masificado que otras. Ideal para aquellos que buscan disfrutar de la nieve en un ambiente relajado, cuenta con opciones para esquí y snowboard. También es perfecta para los entusiastas del esquí de fondo y las actividades familiares.
La estación tiene una gran ventaja: su ambiente menos concurrido, lo que te permite disfrutar de las actividades en la nieve sin las largas colas ni las multitudes de otras estaciones. Además de las pistas, ofrece rutas para caminatas y actividades al aire libre, lo que la convierte en un destino completo para disfrutar de la naturaleza y el frío invierno.
La Pinilla ofrece un forfait de un día con acceso al recinto, telesilla a todos los circuitos y al Restaurante LOBO 1800. Su horario es de lunes a domingo, de 9:30 a 16:30 h. El precio para adultos es de 34,50 EUR entre semana y 42,50 EUR los fines de semana, para niños, cuesta 29,50 EUR entre semana y 34,50 EUR los fines de semana.
Monumentos y gastronomía para completar tu escapada
Una vez que hayas disfrutado de la nieve, puedes descubrir la rica historia de la ciudad de Segovia. Su Acueducto romano, uno de los mejor conservados del mundo, es una parada obligatoria. Con más de 2.000 años de historia, este monumento emblemático es impresionante tanto de día como cuando se cubre de nieve durante el invierno.
El Alcázar de Segovia, con su apariencia de castillo de cuento, es perfecto para visitar, especialmente cuando el paisaje se cubre de blanco. Ofrece vistas espectaculares desde su torre y es el lugar perfecto para sumergirse en la historia medieval de la ciudad.
No puedes irte sin probar la gastronomía local. El cochinillo asado y los judiones de La Granja son los platos más representativos, ideales para entrar en calor. Y para endulzar el día, el ponche segoviano es el postre perfecto para un día de invierno.
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