Un restaurante con mesas de madera y cuadros en la pared, con un círculo borroso y un emoji de cara triste superpuesto.
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Adiós a este famoso restaurante de Barcelona: fue pionero y ha cerrado para siempre

El local ha puesto punto y final a más de dos décadas al frente de un estilo de negocio hecho con amor y dedicación

El cierre de restaurantes míticos en Barcelona se está convirtiendo en una noticia habitual. Después de décadas de trabajo y referencia, uno de los locales más conocidos del barrio del Raval dice adiós. Y lo hará para siempre, después de haber marcado una tendencia en el mundo de la restauración de la Ciudad Condal.

Se trata de L'Hortet, un restaurante que marca el fin de una era para un espacio que fue pionero en la oferta de cocina vegetariana en la ciudad desde 1990. Odina y Sonia Martí, las hermanas responsables del restaurante, anunciaron que el 23 de enero sería su último día. No fue un día fácil, pero sí bonito, ya que se dedicaron a despedirse de los clientes que han acompañado su trayectoria.

Entrada de un restaurante vegetariano con puertas de madera abiertas y un hombre de pie frente a ellas.

El restaurante, con su menú diario escrito en pizarras, sus raciones generosas y sus opciones veganas, vegetarianas y sin gluten, se habían convertido en un referente en Barcelona. Y no solo por su comida, sino también por su filosofía de productos locales, salud y cercanía. La fidelidad de su clientela queda reflejada en anécdotas como las tarjetas de comidas adelantadas, un sistema que refuerza los lazos con quienes lo visitan.

Un restaurante que deja huella en Barcelona

La decisión de cerrar, según Odina, responde a la necesidad de descansar tras años intensos. Todos ellos agravados por el impacto de la pandemia. El legado de L'Hortet seguirá vivo en manos de los nuevos propietarios, quienes transformarán el espacio en un segundo restaurante de la marca Pötstot.

La oferta será similar en cuanto a opciones sin gluten, veganas y sin lactosa, aunque nada que ver con la esencia de lo de siempre. El cierre del restaurante simboliza no solo el final de una etapa para el barrio. Si no también la evolución de una comunidad que, gracias a pioneras como Odina y Sonia, abrazó la alimentación saludable como un estilo de vida.

"Cocinando con amor" ha sido uno de los lemas de esta dos hermanas que han visto en su restaurante algo más allá que un negocio. Su ánimo por transmitir una nueva forma de alimentarse se convirtió en su gran ambición. Y, sin duda, lo han conseguido después de corroborar que su restaurante ha dejado un legado imborrable en el barrio.

Un restaurante con mesas de madera, sillas y una decoración interior acogedora con lámparas colgantes y un techo con vigas expuestas.

Un recuerdo para siempre

Las redes sociales del restaurante han estado activas hasta el último. Las imágenes de los platos han sido las que más han ocupado el perfil, pero la última ha sido, indudablemente, la más especial y emotiva. En ella se puede leer "gracias" en diversos idiomas.

Asimismo, se pueden ver imágenes de los momentos más importantes del restaurante de Barcelona. Las sonrisas compartidas con sus clientes han sido la mejor recompensa para estas dos hermanas. Su sabor y recuerdo, algo que los clientes no olvidarán jamás.

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