
Nuevo giro en el crimen de la Guardia Urbana: Rosa Peral y Albert López ya lo saben
Han pasado más de seis años desde que el crimen que implicó a tres agentes de la Guardia Urbana impactó a Cataluña
Han pasado más de seis años desde que el conocido como 'crimen de la Guardia Urbana' sacudiera a la sociedad catalana. El caso, marcado por una compleja relación sentimental entre tres agentes del cuerpo, terminó con una condena firme.
En este contexto, sentenciaron a Rosa Peral y Albert López por el asesinato de Pedro Rodríguez, también miembro del cuerpo. Los hechos ocurrieron en mayo de 2017, cuando la víctima fue asesinada en su domicilio de Vilanova i la Geltrú.
A partir de ahí, los condenados intentaron borrar las huellas del crimen. Utilizaron el teléfono del fallecido para fingir normalidad y trasladaron su cuerpo en un vehículo hasta el pantano de Foix, donde lo quemaron.

El proceso judicial, lleno de detalles escabrosos y con un trasfondo personal muy mediatizado, finalizó con penas de 25 años de prisión para Peral y 20 para López. Desde entonces, ambos permanecen en centros penitenciarios cumpliendo condena.
Nuevo giro de 180 grados en el crimen de la Guardia Urbana
Ahora, uno de los dos implicados ha comenzado a dar pasos dentro del sistema penitenciario para optar a una futura reinserción. Albert López ha superado varias fases clave del programa de rehabilitación para condenados por delitos violentos.
Tras completar con éxito esta etapa, ha accedido a sus primeras salidas controladas fuera del centro penitenciario. Estas salidas tienen siempre una finalidad educativa y se realizan bajo estricta supervisión.

En la actualidad, ya se le permite salir algunas horas sin acompañamiento, aunque debe regresar al centro al final del día. Aún no disfruta de permisos de fin de semana, pero ha alcanzado el paso previo para solicitarlos en un futuro cercano.
La evolución de López se ha producido tras asumir su implicación en los hechos ante el equipo de tratamiento, algo que resulta clave para acceder a beneficios penitenciarios. Según fuentes penitenciarias, ha reconocido los hechos "tal y como aparecen en la sentencia".

Sin embargo, su defensa ha matizado que su cliente no ha confesado el asesinato. Lo que sí ha hecho, según su abogado, es mostrar arrepentimiento por haber participado en el encubrimiento del crimen.
Por su parte, Rosa Peral aún no ha obtenido permisos. Intentó sin éxito que se reabriera su causa tras conocerse el arrepentimiento de Albert López, algo que el Tribunal Supremo desestimó al no considerar que hubiera nuevas pruebas.
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