Letizia con la mano en el pecho mientras está de pie en un barco.
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Gran sorpresa por el gesto de la reina Letizia al despedirse de la princesa Leonor

Letizia no pudo contener su emoción al despedir a su hija, Leonor, antes de su travesía en el Juan Sebastián de Elcano

La despedida de la princesa Leonor, rumbo a su primera gran travesía en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano, ha estado marcada por un inesperado gesto de la reina Letizia. En un momento tan solemne como emotivo, la reina ha roto con su habitual compostura y ha dejado entrever su tristeza, una imagen poco común que ha captado la atención de todos.  

Los reyes Felipe VI y Letizia han viajado hasta Cádiz para acompañar a su hija en el inicio de esta experiencia única. Aunque el acto ha estado lleno de solemnidad y protocolo, ha sido el rostro de la reina lo que ha acaparado las miradas. Una expresión cargada de emoción que reflejaba la dificultad de despedirse de su primogénita.

Felipe VI con uniforme naval saluda mientras está de pie junto a Letizia en un barco.

¿Qué significa este momento para la princesa Leonor y su familia? ¿Por qué el gesto de la reina ha generado tanto impacto?

El sorprendente gesto de la reina Letizia al despedirse de la princesa Leonor  

La reina Letizia es conocida por su impecable control emocional durante los actos oficiales. Sin embargo, la despedida de Leonor ha revelado un lado más humano y vulnerable. Al subir al buque escuela junto a Felipe VI, la reina parecía concentrada en cumplir con el protocolo, pero su expresión ha cambiado drásticamente al ver partir el Juan Sebastián de Elcano.

El momento ha sido capturado por las cámaras: Letizia, con ojos humedecidos, miraba el barco al que iba a subir para despedirse de su hija. Este gesto contrasta con su habitual serenidad, especialmente en un rol donde las emociones suelen mantenerse bajo control. La sorpresa no solo recae en su expresión, sino en el contexto: una madre que despide a su hija en una travesía de cinco meses.

Felipe y Letizia de pie frente a una multitud de personas uniformadas con banderas en el fondo y un automóvil negro a la izquierda.

Mientras Felipe VI mostraba una sonrisa de orgullo, la reina se ha permitido romper con las formas, dejando entrever su tristeza. Esta imagen ha generado empatía y admiración en muchos, que han señalado la valentía de Letizia al mostrar su lado más humano.

Antes de zarpar, los reyes han tenido la oportunidad de recorrer la cubierta del buque. Leonor les ha mostrado su nuevo entorno y ha compartido detalles de lo que será su hogar durante los próximos meses. Para el rey Felipe, este momento ha sido especialmente significativo, pues él mismo vivió una experiencia similar durante su formación militar.

En la despedida final, ya sin cámaras ni testigos, la familia ha disfrutado de un breve instante de intimidad. Según fuentes cercanas, Letizia ha aprovechado este momento para transmitirle unas palabras de ánimo a su hija, aunque sin poder contener completamente su emoción.

Letizia saluda mientras camina junto a oficiales navales en un barco.

Este gesto ha tenido un impacto profundo en la percepción pública de la reina, mostrándola no solo como una figura de autoridad, sino como una madre enfrentándose a la distancia.

La travesía de la princesa Leonor en el Juan Sebastián de Elcano  

La princesa Leonor inicia un viaje único en el Juan Sebastián de Elcano, una experiencia clave en su formación como futura reina de España. Durante cinco meses, recorrerá numerosos países, enfrentándose a retos que pondrán a prueba su resistencia y habilidades.

El primer destino del buque será Santa Cruz de Tenerife, seguido de Las Palmas, antes de cruzar el Atlántico hacia América. Entre los países que visitará se encuentran Brasil, Chile, Perú, Colombia y Estados Unidos. Esta ruta no solo representa un desafío físico, sino también cultural, ya que permitirá a Leonor interactuar con diversas realidades y fortalecer su preparación para su futuro papel.

A bordo, la princesa convivirá con los guardiamarinas, participando en tareas diarias y adquiriendo conocimientos sobre navegación y vida marítima. Esta experiencia refuerza la tradición familiar, pues su padre, el rey Felipe VI, también vivió una etapa similar en su juventud.

La princesa Leonor en uniforme naval marchando en formación.

La rutina en el buque estará marcada por disciplina y compañerismo. Desde aprender maniobras de navegación hasta compartir espacios reducidos con sus compañeros, Leonor enfrentará situaciones que fortalecerán su carácter. Aunque la comunicación con su familia será limitada, los reyes seguirán de cerca su progreso.

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