
¡Lluvia de millones para el Real Madrid! Eduardo Camavinga le pide a su amigo que acepte
El centrocampista francés necesita menos competencia para jugar de manera más habitual en el Bernabéu
La situación de Eduardo Camavinga en el Real Madrid empieza a ser realmente preocupante. Llegó al Bernabéu con el cartel de joven promesa y con unas condiciones únicas para convertirse en el mejor pivote defensivo del mundo. En sus primeras apariciones mostró una personalidad impropia de su edad, justificando de inmediato los 30 millones que el club pagó al Rennes.
Con el paso de las temporadas, sin embargo, ha aparecido un problema que en la élite pesa tanto como la calidad: la fragilidad física. Eduardo Camavinga ha encadenado molestias musculares y pequeñas lesiones que han cortado en seco cualquier intento de continuidad. Para un jugador que vive de la intensidad, la agresividad en la presión y la energía constante, este detalle es absolutamente clave.

Los datos de Eduardo Camavinga demuestran que algo pasa
El curso pasado es el mejor ejemplo de ello. Eduardo Camavinga estuvo 159 días de baja por diferentes molestias físicas, una cifra que obligó al cuerpo técnico a aprender a vivir sin él durante muchos tramos de la temporada. En total, se perdió 37 partidos, casi media campaña, algo insostenible para un futbolista llamado a ser pieza estructural.
Y lo más preocupante para el Real Madrid es que esta temporada va por el mismo camino. Todavía estamos en noviembre y Camavinga ya ha estado 37 días fuera de los terrenos de juego, perdiéndose 6 encuentros oficiales. No son simples anécdotas, sino un patrón que empieza a condicionar la planificación deportiva y la jerarquía en la medular.
En este contexto, sus opciones de ser titular habitual en el Real Madrid se reducen drásticamente. Xabi Alonso necesita fiabilidad física en la posición de pivote, una zona donde la continuidad y el ritmo de competición son determinantes. Y ahí es donde entra en escena la figura de su gran amigo, Aurélien Tchouaméni.
Eduardo Camavinga depende de Aurélien Tchouaméni
El ‘14’ se ha convertido en imprescindible para Xabi Alonso. Es el ancla del sistema, la pieza que equilibra al equipo, corrige a sus compañeros y da la primera salida limpia desde atrás. Siempre que está disponible, Aurélien Tchouaméni es el elegido, y eso deja a Eduardo Camavinga en un rol de secundario de lujo.
Paradójicamente, la gran esperanza de Camavinga para recuperar protagonismo no depende de su propio rendimiento, sino del mercado. En las últimas horas, el Manchester United ha irrumpido con fuerza con 90 millones de euros para fichar a Aurélien Tchouaméni. Es una auténtica lluvia de millones que, a nivel financiero, podría considerarse tentadora incluso para un club como el blanco.
Desde la perspectiva de Camavinga, la ecuación es evidente. Si su amigo y competidor directo por el puesto sale rumbo al Manchester United, el camino hacia la titularidad quedaría mucho más despejado. No es ningún secreto que al '6' le gustaría que el club contemplase la venta de Tchouaméni para poder asumir el mando de la medular.
El Real Madrid lo tiene muy claro: Aurélien Tchouaméni se queda
Pese al deseo de Eduardo Camavinga, la realidad en los despachos del Bernabéu va por otra vía muy distinta. En la planta noble consideran a Aurélien Tchouaméni una pieza estratégica del proyecto y el pivote sobre el que construir la próxima década. Ni 90 millones ni una cifra ligeramente superior parecen capaces de alterar esa convicción.
Para el Real Madrid, la oferta del Manchester United es un halago, pero no una tentación real. Primero, porque deportivamente perderían a su referencia defensiva, y segundo, porque el mercado ofrece muy pocas alternativas de ese nivel para reemplazarlo. En ese escenario, lo lógico para el club es blindar a Aurélien Tchouaméni y asumir que Eduardo Camavinga deberá aceptar su rol.
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